Bajo su alegre y dulce disfraz, en realidad se ocultaba un verdadero monstruo, un hombre que prostituía a una pequeña niña de 4 años, en complicidad con la madre de la menor.
La gente que pasaba veía a este simpático payasito en las esquinas y creían que pedía dinero, pero después de una denuncia anónima y una ardua investigación descubrieron los despreciables motivos de por qué este personaje salía a las calles de la Ciudad de México y actuaba de manera extraña.
El payaso ocultaba la historia de abuso más impactante que se ha reportado, ya que con ayuda de su disfraz conseguía hombres para prostituir a una niña de 4 años.
Un reportaje de Grupo Imagen y divulgado también por TV Notas, desmenuzó cómo autoridades llegaron a desmantelar una red de prostitución en un hotel de la Ciudad de México, pues le dieron seguimiento a los movimientos del payaso y descubrieron lo peor.
La niña vivía en un cuarto infestado de piojos y chinches, con olor insoportable, espacio donde el payaso le llevaba a los hombres para que se aprovecharan de su inocencia.
Pero prostituían a la menor con el consentimiento de la madre, identificada como María del Socorro Vázquez Villegas, quien a su vez era sexoservidora y le generaba más dinero vendiendo el cuerpo de su hija.
Por fortuna, las autoridades los detuvieron y en el lugar hallaron películas pornográficas y condones. Los responsables de explotar sexualmente a la nena recibieron condena y la mamá pasará 120 años en prisión, mientras que el payaso solo recibió 40 años.
La menor fue dada en adopción y el Hotel fue transformado en un lugar para personas en situación de calle.