Innovación agrícola en cosecha de tomate

Productores de la zona central del país transformaron la producción de tomate mediante investigaciones e innovación tecnológica, enseñada por expertos, como parte de alcances de un proyecto centroamericano ejecutado por técnicos locales con apoyo de la cooperación internacional.

El tomate en Honduras forma parte de la cadena de hortalizas y su producción y exportación representa un intercambio comercial importante. Según expertos, el consumo local prefiere el tomate pera y manzana.

Dicho cultivo exige un alto manejo en su producción por incidencia de plagas y la naturaleza de la planta, además existe una producción a campo abierto y existe muy poca agricultura protegida de cultivos en invernaderos.

Entre los logros destacados se mencionan la investigación de variedades de semilla y la utilización de la agricultura protegida, es decir la instalación de macro túneles.

Muchos ensayos se han realizado en Latinoamérica en cuanto al tema de investigación agrícola con resultados que tienen problemas al aplicarlo en el campo, pero no es el caso de los logros que tiene el Programa Regional de Investigación e Innovación por Cadenas de Valor Agrícola (PRIICA) que es una iniciativa impulsada por la Unión Europea y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Honduras.

Este programa es ejecutado en el país por técnicos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) por medio de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (Dicta) con productores de tomate de comunidades y municipios del departamento de Francisco Morazán y de Danlí.

Las exportaciones se desarrollan mediante empresas agrícolas, pero el PRIICA, está enfocado en atender a los pequeños productores para contribuir con su seguridad alimentaria y la disponibilidad de alimentos.

La meta para este año es superar una cosecha de 85.4 millones de libras y los 5.1 millones de dólares en ventas al exterior que se registraron durante 2016.