Cada año 200 personas con insuficiencia renal

Disfrutar de un buen platillo cargado de grasas, de vez en cuando, es una tentación… Sin embargo, las “fritangas” como tortas, papas y baleadas, que se compran en las calles de la ciudad, quedaron en el pasado para unos 2,400 pacientes con insuficiencia renal que atienden en el Hospital Escuela Universitario (HEU) y que deben llevar una dieta estricta.

Esta enfermedad en la que los riñones dejan de funcionar afecta al 10 por ciento de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Honduras surgen unos 200 nuevos enfermos cada año, a quienes les cambia por completo su estilo de vida.

Cada semana, un paciente tiene que asistir a tres sesiones de hemodiálisis; proceso en el que le colocan un catéter en el brazo para hacerle una limpieza en la sangre.

Otros, en cambio, reciben una vez a la semana, por 24 horas, un tratamiento de diálisis peritoneal, mediante el cual al paciente se le coloca el catéter en el abdomen.

Ambos tratamientos dependen de la gravedad del caso, pero los dos cumplen con el objetivo de realizar la función de un riñón artificial en la persona.

Para asimilar este proceso duro, los afectados tienen que pasar por un tratamiento psicológico que les permite sobrellevar la carga de su enfermedad.

Los pacientes de hemodiálisis son sometidos a tres sesiones de tratamiento a la semana.

ENTRE AMOR Y OLVIDO

Muchos aseguran que en este duro proceso sus familiares los olvidan, pero otros, en cambio, descubren quiénes los aman en realidad. Otro factor negativo para un enfermo renal, es que como tienen que asistir a terapias, difícilmente les contraten en áreas laborales.

Sin embargo, hay quienes aseguran que esto no es “el fin del mundo” y que deben disfrutar la única vida que se les dio, como es el caso de David Turcios, quien muy sonriente indicó que sigue una vida normal, cuando se presentó como vicepresidente de la Asociación de Pacientes Renales (ASR), del HEU.

Sin temor alguno y muy seguro de sí mismo, explicó que él es un paciente renal y se lo acredita a que “muchas veces esto es hereditario, pero otras por la mala alimentación, comemos en exceso comidas chatarras, mucha sal, potasio que ya tenemos”.

Testificó que “al principio es tedioso, todo paciente se estresa, pero hay psicólogos que le ayudan a uno. El problema es que uno mira los alimentos y no puede ingerirlos, uno los mira y dice: ni modo, con dieta y disciplina vivimos bastantes años”.

La insuficiencia renal proviene de otras enfermedades que si no se tratan a tiempo provocan la dolencia, también de forma hereditaria o la mala alimentación.

ATENCIÓN DE CALIDAD

En el HEU, la ASR trabaja en la atención de todos los pacientes renales, en su mayoría, provenientes del sur del país y Olancho.

El jefe administrativo del HEU, Fredal Merlo, explica que en cada tratamiento de un paciente se invierten más de 6,000 lempiras semanales, lo que en otros países centroamericanos se cobra.

Incluso, algunos pacientes provienen de El Salvador y Nicaragua, dijo Merlo, para referenciar que viajan largas distancias solo para recibirlo de forma gratuita, una gran obra de los médicos que les reciben con “los brazos abiertos”.

Mensualmente, el HEU estaría invirtiendo en cada persona que demanda del tratamiento, unos dos millones de lempiras como mínimo.

“ENSALADA” DE ENFERMEDADES

Por otra parte, algunos pacientes renales también padecen de enfermedades como diabetes, hipertensión, el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), Hepatitis y Sífilis, entre otras.

La tesorera de la ASR, Karla Padilla, manifestó que “hay pacientes que vienen con diabetes y VIH, se les da tratamiento psicológico, son muchas enfermedades, muchas cosas, nosotros como asociación estamos pendientes de ellos”.

OPINIONES
“Al inicio es tedioso”
David Turcios (presidente de ASR): “Al principio es tedioso, todo paciente se estresa, pero hay psicólogos que le ayudan a uno”.
“Vienen extranjeros”
Fredal Merlo (jefe administrativo): “se les suministra hasta interconsultas con otras especialidades, vienen hasta pacientes extranjeros”.
“Varias enfermedades”
Karla Padilla (tesorera de la APR): “hay pacientes que vienen con diabetes y VIH, se les da tratamiento psicológico, son muchas enfermedades”.