HOTELES DE TEGUCIGALPA

Con Milton Mateo Colindres, un veterano periodista de la época de los sesenta, hacemos remembranzas de la Tegucigalpa del ayer y en ocasiones me sugiere temas que aún cuando los hemos abordado hace algunos años atrás, resulta interesante hacer un recuerdo de los mismos, porque los lectores de ayer no son los de hoy.

Antes de ser capital de la República, Tegucigalpa no contaba con instalaciones hoteleras para dar servicio a quienes viajaban a la ciudad y existieron locales habilitados como pensiones, casas de huéspedes o paradores algunos en las viejas casas del Barrio Abajo y La Hoya.

Con el nombre de Hotel, surgió el primero de estos negocios en una vieja casa de esquina de dos plantas opuesta al nororiente de la plaza central conocido como “Hotel Progreso” (foto 1), donde años después se instaló una fábrica de cigarrillos y antes de incendiarse, la farmacia Unión. El hotelito era utilizado por los visitantes extranjeros y por aquellos ricos comerciantes nacionales que llegaban a Tegucigalpa en vías de negocios.

A finales del siglo XIX y principios del Siglo XX, Tegucigalpa se había constituido en un centro político de primer orden y la ciudad requería de instalaciones hoteleras para poder atender a políticos nacionales que viajaban a la capital, a inversionistas y visitantes extranjeros.

2 En el corazón de Tegucigalpa, la esquina donde estuvo el Gran Hotel Central u Hotel de los Amigos.

Así surgieron entre los años treinta y los cincuenta, el Gran Hotel Central, el Hotel Agurcia que después se llamó Hotel Prats, el New York, el Hotel Honduras, el Hotel Ritz, El Palace , Hotel La Bilbaina, Las Américas, El Mac Carthur, El Boston, El Marichal y El Panamericano en Comayagüela.

Lo que conocemos de esos hoteles de la antañona capital y algunas gráficas que conservamos en nuestros archivos, las ofrecemos en esta columna dedicada a recordar los viejos tiempos de la muy noble y señorial San Miguel de Tegucigalpa.

El “Gran Hotel Central” también conocido como el Hotel de los Amigos (foto 2) fue fundado en el propio centro de la ciudad y además de sus amplias y ventiladas habitaciones que daban hacia la Avenida Colón, contaba con un excelente comedor y un bar al que acudían no solo los huéspedes, sino también los parroquianos de la época. Por varios años prestó sus servicios dicho hotel que cerró sus puertas por deficiencias en la administración.

3 El Hotel Ritz, donde hoy está el Hotel El Prado.

El “ Hotel Agurcia” comenzó a funcionar en una hermosa casa de dos plantas que estaba ubicada donde hoy se levanta el edificio “Fiallos-Soto”, esquina opuesta a Chinda Díaz, y donde en los años cuarenta se instaló el colegio “Martínez Fuentes” y posteriormente el Instituto San Francisco. El Hotel pasó a manos del constructor catalán don Cristóbal Prats, quien había llegado a Honduras a instancias del presidente Manuel Bonilla para construir el Teatro Nacional y quien conocía la actividad hotelera porque en Guatemala se había dedicado a este negocio entonces se conoció como el “Hotel Prats”. El que fue remodelado con todo el lujo y el confort que don Cristóbal supo darle por sus conocimientos arquitectónicos y la experiencia obtenida en la capital guatemalteca, donde había conocido al general Bonilla en 1902, cuando el político hondureño se encontraba en el exilio.

El “Hotel Ritz (foto 3) fue concebido por don Ignacio Agurcia y funcionó donde hoy opera el Hotel Prado. Elegante, de dos pisos, esquina opuesta a la parte posterior de la Iglesia Catedral sobre la avenida Cervantes, el Ritz se convirtió en uno de los mejores en la capital hondureña, tanto por su ubicación como por las comodidades que ofrecía a sus huéspedes. Su sólida edificación fue demolida para construir un moderno edificio que le dio paso en los años sesenta al Hotel Prado remodelado en su fachada e interiores a principios de los ochenta.

4 En el centro de la ciudad la fachada del Hotel Pálace.

“Hotel Palace” (foto 4) , operaba en una edificación de una sola planta a una cuadra de la Plaza Central en la avenida Colón y la parte posterior colindaba con el Cinema Pálace sobre la avenida Máximo Jérez. Lo administraban don Arturo Eyl y su esposa Amalita Jesse y era famoso por su restaurante donde se servían los más deliciosos platos de la cocina internacional. Era el preferido para el montaje de eventos especiales, por la amplitud de su comedor y por las atenciones que se daban en el servicio de comida y bar. Años después el edificio fue comprado por la familia Smith y en ese lugar funcionó la compañía de seguros “El Ahorro Hondureño”.

Hotel “Las Américas” (foto 5) elegante hospedaje ubicado al final de la Calle de la Fuente, esquina opuesta a la Casa Morazán, al costado norte del Cinema Variedades sobre la avenida Colón o Calle del Vía Crucis. En sus dos plantas superiores funcionaba el Hotel y en la planta baja se instalaron la Barbería París-Londres, el almacén de don Salvador Schacher y el Duncan Mayan Restaurante, en la esquina se vendían los famosos sándwiches de basura.

Hotel “La Bilbaína”. Antes de fundar el “Chico Club”, don Joaquín y doña Josefina Blanco (foto 6), un matrimonio español que llegó a Tegucigalpa a principios de los años treinta del siglo pasado, abrió en un viejo edificio donde se construyó la tienda principal de la Casa Rivera & Compañía, esquina opuesta a la Aplanchaduría Akron el hotel no duró mucho tiempo porque sus propietarios se decidieron en 1938 a levantar su famoso restaurante que se inauguró a principios de los años cuarenta.

5 En esta esquina el hotel. “Las Américas” otro recuerdo de la vieja capital.

Hotel Honduras (foto7) se encontraba en la segunda planta del edificio de Los Corredores frente al Parque Central y era propiedad de la familia Midence Soto. Muy conservador, el hotel tenía muy pocas habitaciones y para llegar al nivel superior se accedía por unas gradas que quedaban contiguo a “La Mascota”. Abajo del Hotel, en Los Corredores, estaban el Café de París y varios negocios que iban desde farmacia, cantina, salón de billares hasta un expendio de aguardiente.

El “Hotel Mac Carthur” en el callejón que une a la Avenida Jerez con la Plaza Central, el matrimonio cubano-español formado por don Francisco y doña Mangui de López, instalaron en una amplia casa que años atrás habían ocupado las oficinas de representación de la compañía bananera Tela Railroad Company, El Hotel (foto 8) , modesto pero acogedor con un restaurante que se hizo famoso por su especialidad, el “Plato Taca” una típica comida que se constituyó en su máximo atractivo. El Hotel estuvo por muchos años en ese lugar frente al Cinema Palace y al cambiar de propietarios fue trasladado al Barrio Abajo, en las proximidades del viejo edificio del colegio María Auxiliadora.

6 Don Joaquín Blanco fundó el Hotel La Bilbaína

“Hotel Boston” pequeño, pero muy sobrio, este hotel fue fundado por el ciudadano español don Domingo Alonso, dándole al lugar un toque de exclusividad con un ambiente más familiar que de hotel. Sobre la avenida Jérez a dos cuadras al poniente de la iglesia y el mercado Los Dolores, el Boston era preferido por esos viajeros que buscaban un lugar tranquilo para descansar durante su permanencia en Tegucigalpa. El gran escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias , Premio Nobel de Literatura en 1967, cuando viajaba a la capital hondureña se hospedaba en el Boston.

EL Marichal (foto 9) el empresario hondureño don Luis Marichal instaló en Tegucigalpa un hotel que ocupaba las segunda y tercera plantas del edificio que construyó en la esquina opuesta al Banco de la Capitalizadora Hondureña en la avenida Colón y muy próximo al Palacio de Comunicaciones Eléctricas. En la parte inferior operaban las oficinas de la compañía Pan American World Airways, de la línea aérea nacional SAHSA, una tienda de especialidades femeninas y el recordado night club “El Sótano”

EL Panamericano” (foto 10), primer gran hotel de la gemela ciudad de Comayagüela. Operaba en un hermoso edificio frente al parque La Libertad, inmueble que años después sirvió para albergar las facultades de Medicina, Odontología, Química y Farmacia de nuestra Universidad Nacional. Espacioso, con un amplio salón de entrada que se utilizaba para fiestas bailables, el edificio también sirvió para que funcionara el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, allá por los años setenta, pasando después a ser propiedad de la UNAH, donde funciona el Centro Cultural frente al parque La Libertad.

7 El Hotel Honduras al sur de la plaza Morazán en el desparecido edificio de Los Corredores.

Todavía en los años cincuenta, excluyendo “El Progreso” “El Agurcia” “El Prats” El Gran Central” y “La Bilbaína”, los demás que hemos descrito en esta reminiscencia, operaban en la capital, pero también existían casas de huéspedes que muchos nacionales y extranjeros preferían en sus estancias en Tegucigalpa como el Boarding House Hondureño esquina opuesta a la Casa Presidencial, lugar en el que los visitantes disfrutaban de un ambiente más hogareño que hotelero.

Hubo en la capital otros pequeños hoteles como el Morazán de don Agustín Tábora que inicialmente estuvo frente a los Ministerios y al venderlo a la familia Hernández se trasladó a la zona del Barrio Los Dolores, contiguo a la casa de la familia Watson Reina y el Nanking en El Guanacaste.

Hoy cuando vemos los grandes hoteles capitalinos como el “Honduras Maya” “El Intercontinental”, “El Clarión”, los cuatro del complejo Plaza San Martín, “El Excelsior”. el “Marriot” , el “Hyatt” y el “Hollyday Inn” en la Plaza San Rafael, nos enorgullece contar con esas modernas estructuras porque simbolizan el progreso de la ciudad, pero no podemos olvidar, quienes los conocimos o tuvimos referencias de los más antiguos, los viejos hoteles de Tegucigalpa.

8 Aquí operó el Hotel Mac Carthur de Francisco y Mangui de López, donde se vendía el “Plato Taca”.

 

9 El Hotel Marichal fundado en la década de los cincuenta.

 

10 El Panamericano frente a La Libertad el primer gran hotel de Comayagüela, hoy Centro Cultural de la UNAH.

Hasta la próxima semana.