Cuenta bancaria separada, la mejor clave para una relación duradera

Aunque se cree que la causa principal de las separaciones y divorcios son las redes sociales, no es así.

De acuerdo con el estudio Examining the relationship between financial issues and divorce (“Examinando la relación entre problemas financieros y los divorcios”) realizado por investigadores de las universidades de Kansas, Utah y Texas Tech (Estados Unidos), las discusiones financieras son las que verdaderamente quebrantan una relación.

Sonya Britt, una de las autoras de la investigación, aseguró a El País que las diferencias sobre los asuntos financieros siempre son fuente de conflicto entre una pareja, independientemente de su nivel económico.

Quien concuerda con ello es Eduardo Torres Celdrán, profesor de la Universidad Francisco de Vitoria y psicólogo-psicoterapueta de Psicólogos Pozuelo. Él explicó al mismo diario que “a pesar de que el mito del amor romántico esté tan extendido, una pareja funciona si encaja en su labor de padres, amigos, amantes (…) Pero para que la relación dure, deben hacerlo también como socios de un proyecto en común. Esto implica tomar decisiones sobre el manejo de la economía, los cometidos que desempeña cada uno, los proyectos y ambiciones que tienen y la manera de conseguirlo”.

Si deseas que tu relación sea para toda la vida, hay que tener muy claro desde el principio cómo se van a organizar en lo económico. Y aquí una pregunta crucial: ¿cuenta bancaria compartida o por separada?

Lo que sugieren los expertos es que se manejen cuentas bancarias separadas. El tener una cuenta conjunta podría sonar como lo más viable (en cuestión sentimental), pero desde la perspectiva individual no lo es.  “Cada sujeto tiene un criterio de cómo manejar sus gastos. Algunas personas son más cuidadosas que otras, que son más derrochadoras. Esto provoca que algún miembro de la pareja considere una pérdida de control por parte de la otra persona y este problema llega a interferir con la relación”, explicó Sacristán Bergia.

“Por muy bien compenetrada que esté la pareja, es más que recomendable que cada uno disponga de su propia cuenta con dinero para sus gastos personales”, concluye la abogada.

Anteriormente, en la sociedad era mal visto que la pareja decidiera no compartir sus “cosas”, al tomarlo como una falta de compromiso, pero esta situación ha ido evolucionando.

“Los modelos de familia cambian y ahora se prioriza el desarrollo laboral e individual de ambos. Antiguamente, los roles eran más rígidos y tener cuentas separadas era poco menos que una falta de compromiso. La realidad ahora es otra y eso obliga a crear nuevas fórmulas que respeten todas las necesidades. Las cuentas separadas permiten hacer una vida en común que, además, respeta la individualidad de cada uno”.

Esto no quiere decir que no se deban tomar decisiones compartidas de acuerdo a las necesidades comunes, al contrario, debe existir una buena comunicación para poder resolver problemas y compartir en pareja. Mercedes Bermejo, coordinadora del Master Terapia Familiar Sistemática de la Universidad Complutense de Madrid, asegura que “tener cuentas separadas o conjuntas no mide el grado de seguridad del vínculo ni tampoco el compromiso”.