Encuentran cabellos y sangre en la motosierra de pandillero

Una pregunta constante que se hace la población es de qué manera los sicarios descuartizan a sus víctimas y luego las embolsan para lanzarlas en calles o lugares baldíos. Esa repuesta se podría conocer en las próximas horas, ya que que las autoridades de la Dirección de Medicina Forense del Ministerio Público (MP) analizan en sus laboratorios una motosierra con la que supuestamente habrían desmembrado a varias personas.

La semana pasada, miembros de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) capturaron a un presunto miembro de la Pandilla 18, en posesión de una motosierra con manchas de sangre y cabellos en su estructura.

El sospechoso fue identificado como Cristian Bayardo Sosa Sánchez, alias «El Beyaco», de 19 años de edad, quien tenía la herramienta en su poder, en la colonia 14 de Marzo de Comayagüela. Además, se le investiga por los delitos de extorsión, homicidio, robo de vehículos, entre otros.

La motosierra fue trasladada a Medicina Forense, donde personal experto determinará cuántas personas habrían sido desmembradas con ese aparato de cortar madera, ya que hay fuertes indicios que indican que habría sido utilizada para cortar cuerpos, según informó una fuente de esa dependencia del MP.

Con ese estudio también se podría responder a otra interrogante: ¿Por qué nadie se da cuenta cuando los criminales cometen esos macabros hechos?, pues ya es conocido por las autoridades que quienes manipulan este tipo de instrumento, le colocan objetos para reducir el ruido.

PRUEBAS GENÉTICAS

El sospechoso de tener la motosierra con sangre fue identificado como Cristian Bayardo Sosa Sánchez, alias «El Beyaco», de 19 años.

Una fuente de Medicina Forense informó que “nosotros tenemos en análisis esa motosierra, en los laboratorios de criminalística, para determinar si las manchas y cabellos que se mencionan son producto del desmembramiento de algunas personas”.

“La importancia de este instrumento con la escena del crimen y sus victimarios radica en poder demostrar en este instrumento, nosotros podríamos encontrar, de acuerdo a los análisis de serología y genética, sangre humana que vinculará a las víctimas”.

Los técnicos en esta área estarían determinando en las próximas horas si científicamente es el arma homicida del o los crímenes que se investigan.

Explicó que primero se harán los perfiles genéticos, para conocer si solo se trata de una persona o son varias a las que les habrían quitado la vida, “porque se hace el análisis comparativo con la víctima que en este caso se investiga”. En todo caso, se podría tratar de una víctima a la que también tuvo que hacérsele una autopsia y es allí donde se compara si se trata de la misma persona.

Deyby Eduardo Rodríguez, miembro de la mara 18, fue capturado por miembros del Ejército, en la colonia Villa Unión de Comayagüela, cuando se aprestaba a encostalar a una persona.

El entrevistado explicó que “vamos a tomar varias muestras para identificar si se trata de sangre humana, se agarra la sangre y después se obtienen muestras y así establecer si el perfil genético coincide con el de la víctima que se investiga o si hay otras víctimas que no han venido a autopsia”.

De esa manera, se investiga a quien se le decomisó y se sigue con la investigación para tener una prueba contundente al momento de ir al juicio.

Según registro de las autoridades, cada mes encuentran un promedio de diez personas encostaladas, principalmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Autores de crímenes son esquizofrénicos

Javier Uclés.

El psiquiatra hondureño, Javier Uclés, manifestó que quiénes se dedican a desmembrar personas, lo hacen con toda normalidad, porque saben que no van a ser capturados por los grados de impunidad que hay en el país.

“Las personas que cometen estos horrendos crímenes ya lo hacen con normalidad, porque lo hicieron una vez y no les pasó nada, lo vuelven hacer y lo mismo, entonces se sientes satisfechos cometiendo ese tipo de crímenes”, señaló Uclés.

Indicó que se trata de personas jóvenes, bajos los efectos de las drogas, que disfrutan de causarle dolor a los demás “y si por allí les pagan para cometer estos crímenes, se sienten aun más satisfechos”.

“A estas personas, además, les gusta causar miedo, terror y que la gente se espante con lo que ellos hacen, porque pertenecen a grupos que los protegen y puede haber policías corruptos y organismos de investigación que se pueden beneficiar protegiéndolos”, apuntó.

El profesional de la psiquiatría consideró que con una mayor investigación en este tipo de casos, las autoridades pueden capturar a los actores materiales e intelectuales de esas muertes dantescas.

En cuanto al origen de las personas que se dedican al sicariato, consideró que se trata de jóvenes que nacieron en la pobreza, con falta de valores, sin temor a Dios y con alguna patología de esquizofrenia crónica que hace que ya no les importe la vida de los demás.

Las autoridades de Medicina Forense hacen levantamientos hasta de cuatro encostalados al día.

“Lo que al final hace esta gente, es mandar un mensaje, demostrando que son una máquina y que los miren como los grandes sicarios que a nadie le tienen miedo, es decir, que ni a la autoridad, porque han cometido tantos crímenes y siguen en libertad imponiendo su terror”.

Finalmente, el entrevistado consideró que esta forma de darle muerte a otro ser humano es “importada” de otros países y con los niveles de violencia que hay en Honduras, los criminales se sienten con la potestad de matar de esta manera.

Se han salvado víctimas ya listas para “cortes”

Miembros de la Policía Nacional informaron que ya son varias personas las que han rescatado de las bandas criminales que se dedican al desmembramiento de sus víctimas, pues ya tienen identificados el tipo de lugares que utilizan para cometer ese tipo de hechos.

“Ya se han rescatado personas que son interceptadas por estos grupos delictivos y ya los tienen listos para desmembrar, pero con la actuación oportuna de la Policía se logra salvar la vida a esa persona”, dijo un miembro de la institución policial.

Añadió que ya han capturado a ese tipo de criminales y que “estos delincuentes cometen ese tipo de crimen en sectores donde tienen el control de la zona y saben que nadie los va a denunciar, porque tienen la gente atemorizada”.

Los cuerpos de investigación indican que los facinerosos capturan a sus víctimas de manera inadvertida y luego las trasladan a lugares solitarios, como campos de fútbol y quebradas, en el interior del país o en los alrededores de la ciudad.

Asimismo, los introducen a las denominadas “casas locas”, en los barrios y colonias, y nadie se acerca a esos lugares porque cualquier testigo, después se convierte en víctima. Hay personas vecinas de esos lugares que escuchan los lamentos de las víctimas, pero no se atreven a denunciar el crimen por temor a represalias, lamentan los agentes policiales.

De esa manera, el agente pidió la colaboración de la ciudadanía, porque es importante que al momento que observen situaciones irregulares llamen a los números de la policía, para que los agentes que estén cerca del sector se desplacen al lugar.

Muchos de los cadáveres son encontrados hechos pedazos en lugares públicos.