Misil norcoreano cayó cerca de Rusia

SEUL/Washington (AFP). Corea del Norte volvió a desafiar los llamados para que reduzca su programa armamentista al disparar un misil balístico que cayó en el mar cerca de Rusia el domingo, días después de que un nuevo líder llegara al poder en Corea del Sur prometiendo involucrar a Pyongyang en el diálogo.

El ministro japonés de Defensa Tomomi Inada dijo que el misil podría ser de un nuevo tipo. El misil voló unos 30 minutos antes de caer en el mar entre la costa este de Corea del Norte y Japón. Corea del Norte ha hecho lanzamientos de prueba en esa dirección en forma consistente.

Un funcionario estadounidense, hablando bajo condición de anonimato, dijo que el misil cayó a 97 kilómetros al sur de la región rusa de Vladivostok.

El misil impactó «tan cerca de suelo ruso (…) que el presidente no puede imaginar que Rusia esté contenta», añadió la Casa Blanca.

Rusia le restó entidad al ensayo norcoreano. El Ministerio de Defensa ruso afirmó más tarde que el misil se había estrellado a unos 500 km de su frontera y que «no representa ningún peligro» para el país, según un comunicado difundido por las agencias de prensa rusas.

El Kremlin dijo que el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente chino Xi Jinping expresaron su preocupación «por la escalada de tensiones» durante una reunión en Pekín.

El test se produce además en medio de las crecientes llamadas de la comunidad internacional -incluida China, principal aliado de Pyongyang- al cese de los programas norcoreanos nuclear y de misiles, y cinco días después de que asumiera el cargo el nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-in.

Moon tachó el ensayo de «grave desafío» y señaló que un eventual diálogo con el norte «solo sería posible si Corea del Norte cambia su actitud», en su intervención ante el Consejo Nacional de Seguridad, recogida por la agencia Yonhap.

Seúl y Washington analizaron la situación y discutieron posibles respuestas en una conversación telefónica entre el director nacional surcoreano de seguridad, Kim Kwan-jin, y su homólogo estadounidense, H.R. McMaster, quienes condenaron de forma conjunta el lanzamiento.