ROYA Y GASOLINA

HASTA ahora, el acuerdo para restringir la oferta de crudo del odioso cartel de la OPEP, si bien influyó a que subiera el precio de las gasolinas, el barril no logró mantenerse arriba de los $50. Sin embargo estos lagartos no se dan por vencidos. Nuevamente el crudo sufre otro incremento de precio, y se dispara a $51.63 el barril, influido por el acuerdo de Arabia Saudita y de Rusia de mantener los recortes en la oferta hasta marzo del 2018. Lo bueno es que la producción de los Estados Unidos ha servido para compensar por los recortes del suministro del aborrecible cartel. Estos tuvieron sus años de gloria, cobrando precios de extorción, a los famélicos países acabados. El relajamiento de las regulaciones impuestas a las perforaciones de petróleo en los Estados Unidos, incrementará sustancialmente la oferta, conteniendo la presión sobre los precios impuestos por la OPEP. Aquí en el país el precio de las gasolinas locales depende totalmente del movimiento en los mercados internacionales, ya que se carece de una política de ahorro energético. Cada vez que suben los precios afuera aquí no solo hay modificaciones en la bomba sino que amagan con incrementar las tarifas de electricidad.

Lo que ha favorecido también para compensar el drenaje de divisas a causa de mayor precio del crudo son las exportaciones del sector cafetalero hondureño que cierran el 30 de septiembre de este año con más de nueve millones de sacos vendidos al exterior. El volumen exportado supera los 5.6 millones de quintales, 49 por ciento mayor en comparación al mismo período de la cosecha pasada. El precio promedio ronda 145 dólares por saco de 46 kilogramos, una mejora del 14% al período de producción 2015-2016 cuando se ubicó en 127 dólares. Ahora la fregada es que la prensa informa que “investigadores de varios países de visita en Honduras confirmaron la existencia de una variedad nueva de roya que afecta a cultivos resistentes en los departamentos orientales del país, pero con potencial para expandirse a nivel nacional en alrededor de dos años”. “La misión está conformada por 35 técnicos de organizaciones afiliadas al Programa de Mejoramiento, que desde mediados de semana se internaron en fincas del norte de Francisco Morazán y cultivos aledaños a Olancho”.

Uno de los representantes del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAR), de Francia expresó que “han observado la pérdida de resistencia de la variedad de Lempira y un impacto relativamente fuerte en las plantaciones”. Recomendó “tomar medidas inmediatas porque representa un riesgo a nivel doméstico y regional, al tiempo de considerar que la afectación se observa más en las plantaciones descuidadas”. Hasta el momento de esas declaraciones solo había inspeccionado cafetales en el departamento de Olancho, pero aseguran que “es cuestión de tiempo para que todo el país esté afectado”. Advirtió que “no hay tiempo que perder porque la roya se propaga mediante el viento”. El brote podría ser un efecto colateral del cambio climático que impactó a la región y a Honduras en especial, “con la presencia del fenómeno de “El Niño”, lo que estresó con poca lluvia y altas temperaturas los cultivos”. Como aquí hay que traer expertos de otros lados para que les crean, estos advirtieron “que a nivel mundial han documentado alrededor de 50 razas de roya con variaciones resistentes”. “En varios países lo han enfrentado a través del mejoramiento genético creando nuevas características de resistencia, y aplicando un manejo integral, contra la roya, pero lamentablemente no se puede manejar solo pensando en la resistencia”.