EE UU advierte en la ONU que Venezuela puede seguir el camino de Siria

A petición de Estados Unidos, el Consejo de Seguridad de la ONU abordó este miércoles por primera vez la crisis en Venezuela, un movimiento que el país suramericano criticó como una injerencia y como parte de una «estrategia calculada» en su contra.

En la reunión, a puerta cerrada, los quince miembros del Consejo recibieron un informe de la situación por parte de la Secretaría General de Naciones Unidas y mantuvieron un primer intercambio de impresiones.

Varios países, incluidos los dos miembros latinoamericanos del Consejo, defendieron sin embargo que la crisis venezolana no es un asunto que corresponda a este órgano y apostaron por las organizaciones regionales como la mejor vía de mediación.

La embajadora estadounidense, Nikki Haley, aseguró que su país no quiere que el Consejo de Seguridad tome cartas en el asunto, sino que simplemente buscaba llamar la atención sobre la gravedad de la crisis.

Haley aseguró que su país no quiere ser «entrometido» ni buscar la «mano dura» con Venezuela, sino prevenir un empeoramiento de la crisis.

«En Venezuela, estamos al borde de una crisis humanitaria. Manifestantes pacíficos han sido heridos, arrestados e incluso asesinados por su propio Gobierno. Las medicinas no están disponibles, a los hospitales les faltan suministros y se ha hecho difícil encontrar comida», denunció.

Hablar de Venezuela en el Consejo fue un intento de «prevención» porque «ya hemos ido por este camino antes, con Siria, Corea del Norte, Sudán del Sur, con Burundi, con Birmania», dijo a periodistas la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.

«Claramente estamos empezando a ver una grave inestabilidad en Venezuela», indicó.

La crisis «no está mejorando, está empeorando y lo que estamos tratando de decir es que la comunidad internacional necesita decir ‘respeten los derechos humanos de su pueblo’ o esto irá en la dirección a la cual hemos visto a tantos dirigirse», advirtió.

«Por el bien de los venezolanos, y por la seguridad en la región, debemos trabajar juntos para asegurar que» el presidente Nicolás «Maduro detenga esta violencia y opresión y restaure la democracia al pueblo», insistió Haley.

El Reino Unido respaldó la iniciativa estadounidense, pues dijo estar «muy preocupado por la situación en Venezuela, por el impacto humanitario en los venezolanos, por el creciente riesgo de flujos migratorios y por la posibilidad de inestabilidad regional». (EFE)