El mundo se encuentra sorprendido con el nuevo proyecto del Papa Francisco: una serie de nuevas lavanderías que han abierto sus puertas a las personas sin hogar alrededor del Vaticano.
Sobra decir que es difícil vivir en las calles. Todo lo que importa es conseguir comida y dónde dormir. Cosas como el cuidado personal y la higiene pasan a segundo plano.
Sin embargo, es la apariencia lo que muchas veces asusta a las personas. Si alguien que por alguna razón perdió su casa y debe vivir en las calles,volver a una vida normal será difícil. Mucho más conseguir un trabajo.
Por suerte, estas lavanderías ayudarán a esas personas a sentirse menos marginados, mejorar su higiene y finalmente encontrar el trabajo que tanto anhelan.