El estoico perdón

Hace unos días el Partido Liberal realizó su gran convención, donde se trató temas de interés partidario y de país, como ser la reforma de los estatutos del Partido Liberal en ciertos aspectos, la alianza partidaria y la proclamación de Luis Zelaya como nuevo presidente del partido y candidato presidencial.

Sin lugar a dudas que en esta convención se marcó un hecho histórico, un gesto de humildad, Luis Zelaya bajo la envestidura de máxima autoridad en un espléndido y vibrante discurso, pidió perdón a todos los liberales que se sintieron agraviados por el golpe de Estado de 2009. Este gesto tocó el corazón de liberales que se quedaron en el partido y de aquellos que se fueron, la crisis social generada ese año ha tenido a la familia hondureña dividida y nunca nadie había querido referirse al tema y mucho menos tomar responsabilidad.

Luis Zelaya demostró un acto de estoicismo al deponer cualquier tipo de pasión y actuó con la sabiduría y prudencia que un líder lo hace, recordemos que históricamente los líderes no pueden llamar a la división y al odio, sino al perdón y la unidad, un líder no fomenta rencores sino que saca lo mejor de sus seguidores, Luis Zelaya demostró tener la humildad necesaria para ser el líder que hoy nuestro país necesita, y no solo eso, demostró también que a pesar que seguramente ciertas personas le hayan aconsejado que no lo hiciera, él hace lo que piensa que es lo mejor para Honduras, convirtiéndolo verdaderamente en un nuevo liderazgo, sin intromisiones, sin fuerzas que lo obliguen o no a ejecutar acciones.

Este hecho se dio en el marco dentro de un aura de mucho significado, la convención del partido fue denominada “Jorge Bueso Arias” y también se le dio un reconocimiento a él y al gran liberal Jorge Arturo Reina, ambos ejemplos vivientes de resistencia a gobiernos dictatoriales y luchas históricas por la democracia, el banquero del siglo, sufrió en carne propia los abusos de la dictadura más grande de este país, la de Tiburcio Carías Andino y don Jorge Arturo Reina libró grandes luchas por la restitución de la democracia cuando las juntas militares perpetraban golpes de Estado. Es importante señalar esto, porque esta es la esencia del Partido Liberal, gente de luchas progresistas, demócratas y revolucionarias. Esta es la herencia de los liberales que no estamos dispuestos a permitir que estas épocas oscuras regresen y que de la mano de Luis Zelaya de manera democrática lucharemos por el rescate del país, por la institucionalidad, por la estabilidad social que hoy casi ocho años de desgobierno nos tienen en convulsión.

El partido dio un ejemplo en sus primarias de renovación y reivindicación y eso mismo pretende hacer con el país, ahora podemos decir que existe un camino de desarrollo, prosperidad, paz y armonía que los hondureños merecemos.

Abog. Paúl Emilio Zepeda
Tegucigalpa, M.D.C.