Motagüense iba feliz en taxi para el estadio

Mario Ardón, ruletero del taxi número 2213 del punto frente al Hotel Pinares en Comayagüela, recordó lo feliz que andaba el motagüense Carlos Alfonso Torres Mendoza (58), antes de morir, igual que tres personas más, víctimas de la avalancha de aficionados que se formó el domingo pasado, en el portón número 11 del estadio Nacional.

“El domingo, a eso de las 2:30 de la tarde, aquí llegó un señor vistiendo la camiseta del Motagua, quien me preguntó que si lo podía trasladar en mi taxi hacia el estadio Nacional, y que cuánto le cobraba, a lo cual yo le contesté que sí, y que le cobraría 70 lempiras”, relató.

Recordó que Torres venía en compañía de otras tres personas, y cuando ya estaban dentro del vehículo, “el señor me dijo, necesitamos llegar rápido al estadio, porque ya va a comenzar el partido entre el Motagua y el Honduras de El Progreso, por lo cual yo pisé un poco más el acelerador”.

“Durante el trayecto, él me iba contando que andaba en Villa Adela visitando a un familiar, y como había mucha gente en todo el recorrido, se iban a bajar en la primera avenida, pero luego me dijo: mejor vaya a dejarme al barrio Morazán, porque de allí es más fácil llegar al estadio, lo que así hice”.

“Al momento de bajarse, me dijo: ¿Me puede venir a traer cuando concluya el partido?, no, le dije, porque hay mucho relajo y no voy a poder ingresar a esta zona; okey, me contestó, y muy alegre se levantó la camisa del Motagua”.

“Mi sorpresa fue cuando otro día miré su foto en Diario LA TRIBUNA, donde en sus páginas del lunes informaban que uno de los cuatro muerto en el estadio era Carlos Torres, y al ver su foto se me fue el corazón, porque lo reconocí como el hombre que horas antes había transportado en mi taxi”, lamentó el ruletero.