Una “casita” es todo lo que anhelan dos hermanas que han envejecido en una silla de ruedas, quienes viven en la zona de “Las Lajas” de San Marcos de Colón, en el sur del país.
Se trata de Paula del Carmen Moncada y Alba Emilia “Milla” Moncada, quienes desde muy jóvenes sufrieron una enfermedad grave, que las dejó con discapacidades físico-motoras.
Su madre, Armentina Moncada de 81 años, desde entonces las ha cuidado, pese a su edad, les prepara su comida, las baña a diario y como toda madre, hace esta rutina con toda la paciencia del mundo.
Sin embargo, la vida a ellas no las colocó en un hogar de comodidades. Viven entre la pobreza en una especie de vivienda, construida en tablas. Compran la comida por algunos trabajos que hace Moncada, pero los años no esperan para la señora y teme por sus hijas.
Carmen y Alba dependen literalmente de su mamá. Su madre dice que en varias veces las ha descubierto tratando de ducharse por sí solas, pero que fracasan en el intento y se han golpeado la columna porque se caen.
Un día mientras Alba intentaba hacer un mínimo esfuerzo se quebró una costilla y gritó para que su mamá la llevase al hospital.
Como los centros asistenciales no están “al alcance de la mano”, a la larga este accidente empeoró su estado.
Hace varios años que las dos hermanas han venido adquiriendo enfermedades mentales, y así se les va la vida entre la incertidumbre y desgracias.
“Es la desgracia de ellas de vivir así. Una está mal de la columna y la otra como que no tiene hueso en la columna, desde muy jóvenes han estado en esa silla de ruedas, se han envejecido allí”, relató doña Moncada (madre) mientras se apoyaba de un bastón.
Esta familia suplica por el apoyo de las autoridades y “catrachos” de buen corazón, para que al menos se les construya una vivienda donde pasar “las aguas”, porque temen lo venidero. (AD)
Si alguien desea ayudar a estas hermanas, puede comunicarse a los teléfonos: 8834-2912 y 3322-5247.
