Jonnes Markus Dohler: El bombero alemán que se enamoró de Honduras

Por: Eris Gallegos.

Después de todo, el bombero alemán se enamoró de Honduras. El país más violento del mundo, del que leía en el internet, no se parece a nada al que conoció en persona. Y por eso ya son cuatro veces que lo visita.

Se trata de Jonnes Markus Dohler, un apagafuegos teutón que ahora invita a todo el mundo a conocer la gente y las bellezas de Honduras, su destino favorito para viajar.

Este año, vino acompañado de un gesto altruista, propio de un ciudadano del mundo: Trajo equipo bomberil y lo donó a sus colegas hondureños, que le agradecieron con atenciones y buen trato su iniciativa.

Padre de dos hijos, Yannich y Cilene, Dohler regresó a su país lleno de muchas emociones y anécdotas que las comparte con sus colegas de Reulinger, Stuttgar.

“La gente de Honduras es muy amable, cada persona me daba una sonrisa, a pesar de tantos problemas, en el país sonríen más que cualquier alemán”, cuenta.

ENTREGA Y ALTRUISMO

Dohler se tomó esta foto para el recuerdo, en una de las calles céntricas de Copán Ruinas.

Dohler visitó las estaciones de Tegucigalpa, San Pedro Sula, Copán Ruinas y Jutiapa, con cajas de uniformes, botas apaguafuegos y cortadora de hierro. Además, máscaras, cilindros con oxígeno, filtros, equipo hidráulico, entre otras herramientas.

Durante su visita, compartió anécdotas, experiencias y conocimientos con sus colegas catrachos sobre el manejo de la actividad bomberil en el viejo continente.

Se impresionó por la valentía de sus colegas “catrachos”, ya que en muchas de estas estaciones trabajan con lo básico, contrario a su país, donde la labor se facilita con la tecnología de punta en este campo.

Dohler es un hombre comprometido con su trabajo y su inclinación por las causas altruistas las aprendió desde niño. Fue así como comenzó muy joven la actividad de bomberos hasta convertirse en un verdadero profesional.

PAÍS DE OPORTUNIDADES

Edwin “La Pinta” Bulnes (izquierda), con su amigo bombero, con cierto parecido a la exestrella del fútbol alemán de los años ochenta, Littbarski.

Allá por el 2013, leía mucho sobre Honduras, especialmente las noticias negativas. Pobreza, crímenes, violencia y política, que no le animaban mucho a venir. Parientes y amigos lo convencieron y no lo pensó más.

“Se leen muchas cosas feas de Honduras en el internet, pero una vez adentro, no tiene nada que ver. En todas partes hay violencia, crímenes y otros males sociales, pero la diferencia la hace la gente”, señala el bombero.

“Honduras es un gran país, su gente es valiente, tienen una gran oportunidad para salir adelante y estoy seguro que lo van a lograr”, alienta Dohler.

Las primeras veces vino al país en visitas cortas, pero luego se preguntó de qué manera podría ayudar. En Alemania, la ley obliga a los bomberos a renovar su equipo cada cinco años y Dohler escogió la logística en buen estado para donarla a sus colegas hondureños. Con ayuda de Irene Janssen, enlace entre Honduras y Alemania a través de (DGH), logró introducir el contenedor con el donativo, a pesar de las trabas en aduanas que le quería cobrar impuestos.

“LA PINTA” y LITTBARSKI

Durante su recorrido por Honduras, se hizo acompañar como guía e intérprete, no del idioma, sino del sabor de la gente catracha, del popular periodista y exfutbolista Edwin “La Pinta” Bulnes.

Pierre Michael Littbarski.

“Se trata de un buen amigo y un ciudadano ejemplar. Entiende los problemas de nuestro país y quiere contribuir con su granito de arena”, confió “La Pinta”.

Para él fue una enorme experiencia acompañarlo en esta visita y mostrarle una parte de las riquezas que tiene el país. “Es el típico alemán que le gusta el fútbol y la cerveza, pero sobre todo muy sencillo y noble”, dice el periodista.

En muchas partes, la gente se sorprendía al ver a la “La Pinta” y al alemán, quien de paso tiene un enorme parecido con la estrella del fútbol alemán en los años ochenta, Pierre Michael Littbarski. “La gente que conoció a Littbarski por la televisión, puede hallar algún parecido con nuestro amigo”, comenta Bulnes, un exquisito mediocampista de varios equipos de la Primera y Segunda División y ahora de la liga “Papi” Fútbol.

Viajando en bus o taxis, fue como se enamoró de Honduras, dice. Conoció las bellezas hondureñas al punto de probar las ricas baleadas en la propia cuna: La Ceiba. Recorrió playas y lugares paradisíacos. Visitó hospitales y otros sitios de interés ¿Regresará? Claro que sí, desde ya está preparando su viaje del próximo año, y por supuesto, con otro donativo.

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