Un muerto y 57 heridos en disturbios provocados por reos en cárcel peruana

Un muerto y 57 heridos dejaron hoy los disturbios desatados por un centenar de presos en la cárcel Sarita Colonia, en la provincia del Callao, vecina a Lima, que protestaban por el traslado de los cabecillas de una banda de extorsionadores, informaron hoy fuentes penitenciarias.

«Lamentablemente tenemos un fallecido; es Carlos Lam Rodríguez, condenado a 25 años por tráfico de drogas, en el lugar donde han hecho su atrincheramiento», declaró Carlos Vásquez, jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), al Canal N.

El jefe del INPE dijo que 100 internos se atrincheraron en el pabellón de máxima seguridad, donde han quemado colchones y ahí fue encontrado el cuerpo calcinado del fallecido.

Por su parte, un representante de la Defensoría del Pueblo informó que hay 57 reos heridos del pabellón de máxima seguridad, uno de los cuales tiene lesiones de gravedad.

Alvarez aclaró que los disparos escuchados por los reporteros en las inmediaciones del penal fueron de perdigones de goma usados por los agentes del INPE para persuadir a los internos que dejen la protesta.

La autoridad penitenciaria explicó que los internos se atrincheraron en protesta contra el operativo de seguridad, iniciado esta madrugada en el penal, para impedir la reorganización, desde la cárcel, de la banda Barrio King, dedicada a la extorsión y el sicariato.

Vásquez dijo que los integrantes de Barrio King habían tomado el control de un sector del penal Sarita Colonia desde hace 10 años y que se movían en él sin ningún control.

En tal sentido, confirmó que dos de sus cabecillas serán trasladados al penal de máxima seguridad de Challapalca, ubicado en el extremo sur del país, entre las regiones de Puno y Tacna.

Los reos que serán recluidos en Challapalca son José Alejandro Romero Casas, condenado a cadena perpetua por tráfico ilícito de drogas, tenencia ilegal de armas, robo agravado y secuestro; y Luis Alberto Murga Constantino sentenciado a 25 años de cárcel por tráfico ilícito de drogas, fabricación de explosivos, secuestro y homicidio calificado.

Decenas de familiares se apostaron en los exteriores del penal mientras se veía una columna de humo saliendo del establecimiento, donde hay un alto porcentaje de apresados por narcotráfico.

La Policía colocó un cordón de seguridad para evitar que los familiares se acerquen a las puertas y detuvo a algunas personas por supuestamente agredir a los agentes, según reportó la televisión local. EFE