La rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, calificó como una injerencia la posición de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), en Honduras; y la del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), quienes aseguran que las autoridades universitarias incumplieron el acuerdo firmado con el movimiento estudiantil.
“Las posiciones de ambas instituciones solo expresan el rechazo a la sentencia (contra tres estudiantes acusados de usurpación), emitida por el tribunal competente, lo que implica una injerencia inadmisible que rebasa los límites de su mandatos”, señaló Castellanos, a través de un comunicado.
Añadió que “ningún organismo supranacional ni nación están por encima de las leyes nacionales, no tienen mandato para instruir cómo debe ser dictada una sentencia y lo que se espera de ustedes es un desempeño de acuerdo a la alta representación que ostentan”.
En el escrito, apunta que conoce las labores de las entidades defensoras de derechos humanos. Sin embargo, advierte que la jefa OACNUDH, María Soledad Pazo y el titular del Conadeh, Roberto Herrera Cáceres, “exhiben en este caso, por un lado un desconocimiento del procedimiento penal, y por otro, desconocimiento de las acciones que de forma tripartita, UNAH, el Ministerio Público (MP) y defensores de los estudiantes, ejecutaron para la extinción de la acción penal acotada el 2016”.
“De su oficina (OACNUDH), la señora Pozo observó todo el proceso del señor Félix Gómez y por el Conadeh, el abogado Manuel Salcedo”.
Amplió que los observadores representantes de derechos humanos, habiendo recibido la explicación de las autoridades competentes del Tribunal de Sentencia, “claro quedó, porque los estudiantes Félix Alejandro Cesáreo Padilla Figueroa, Sergio Luis Ulloa Rivera y Moisés Davis Cáceres Velásquez no eran parte de los acuerdos por ustedes aludidos”.