En Honduras, los corruptos son famosos. Sus nombres y sus rostros están grabados en la memoria popular, precisamente por los daños que ocasionan. Sin embargo, ¿quiénes son aquellos compatriotas que con su labor dan un ejemplo de transparencia y ponen en alto el nombre de Honduras?
Lamentablemente, los malos hondureños han vuelto invisibles a otros que son nuestro orgullo y que por muchos años han permanecido en el anonimato y en el olvido.
Por esta razón, y para destacar que Honduras es una tierra que también da buenos frutos, cada año se concede la “Distinción Cinco Estrellas a la Integridad y la Transparencia” a cinco ciudadanos que han destacado en distintas disciplinas, por desempeñar un trabajo ejemplar, honesto, íntegro y transparente, en favor del país.
El galardón lo otorga el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), en el marco del “Día Nacional de la Integridad y Lucha contra la Corrupción”, que se conmemora cada 9 de junio, en honor al nacimiento del general José Trinidad Cabañas Fiallos.
Durante la entrega de los premios, en el Palacio de los Deportes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la directora ejecutiva del CNA, Gabriela Castellanos, informó que este año los galardonados son Santos Arzú Quioto, Reina Lidylia Grogan, Miguel Cálix Suazo, Raúl Edgardo Martínez Amador y el Instituto Hondureño de Educación por Radio (Iher).
Señaló que para el CNA es una satisfacción realizar por tercer año consecutivo la “Distinción Cinco Estrellas a la Integridad y Transparencia”, a esos ciudadanos que con su labor honesta y transparente contribuyen al desarrollo del país.
ESCRITOR MORAZÁNICO
Uno de los homenajeados es Miguel Cálix Suazo, licenciado en Economía graduado de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), docente de la Facultad de Ciencias Económicas, escritor e investigador. Cálix Suazo es considerado como el hondureño que más ha estudiado la vida del general Francisco Morazán y José Trinidad Cabañas, en el siglo XX, al publicar más de 12 libros sobre ambos próceres y tener 23 obras en proceso de publicación.
En su discurso, luego de agradecer al CNA por la condecoración recibida, relató que “me he dedicado desde las 5:00 de la mañana, desde hace 26 años, a estudiar al hombre más grande de la historia de Centroamérica, al señor José Francisco Morazán Quezada y que tuvo el más valiente y leal soldado, José Trinidad Cabañas”.
“Este honor que hoy me hoy me han dado es algo que no he buscado, yo me dedico a escribir con el alma entera, desde las 5:00 de la mañana, hace 26 años”, expresó.
Cálix Suazo nació en Amapala, Valle, el 31 de enero de 1941, está casado con Zonia Argentina Víndel, con quien procreó cuatro hijos: Gerardo Miguel, Mario Roberto, Luis Felipe y Carlos Mauricio.
ENFERMERA “DE ORO”
Otro de los hondureños que este año recibió la “Distinción Cinco Estrellas a la Integridad y la Transparencia” fue Reina Lidylia Grogan, licenciada en Enfermería graduada en la UNAH, con una especialidad como enfermera psiquiatra, cursada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por más de tres décadas, Grogan se ha dedicado a la docencia en la Facultad de Medicina, sin embargo, su huella ha trascendido lo académico, al poner su corazón en el trato con sus pacientes y familiares, quienes valoran sus palabras de aliento y trato humano.
Al recibir la distinción, la profesional agradeció a las familias a quienes ha servido a través de su trabajo, y a sus padres, por haberle inculcado valores. Asimismo, admitió que como docente de la UNAH siempre fue muy estricta porque “esta profesión es de mucho riesgo para otros y una equivocación en nuestra profesión es un muerto”.
La destacada profesional fue directora de la Escuela de Enfermería, una de las fundadoras del Centro de Enfermería en el Hospital Vicente D´Antoni de La Ceiba y promotora de la carrera de enfermería en el Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico (CURLA).
Grogan nació en Tegucigalpa, el 23 de noviembre de 1943. Es hija de María Luisa Núñez, creció en el Barrio Abajo en Tegucigalpa y con la venta de pasteles se costeó sus estudios, siendo hoy un gran ejemplo para sus hijos, Carlos Omar Paredes, Guillermo Alejandro Paredes.
BOMBERO NOBLE Y VALIENTE
Otro compatriota “cinco estrellas” premiado por el CNA fue el bombero Raúl Edgardo Martínez Amador, que desde 1982 a la fecha se ha destacado como un valiente y ejemplar voluntario del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Honduras, donde en la actualidad ostenta el cargo de Teniente Coronel de Bomberos.
Martínez es licenciado en Informática Administrativa, graduado de la UNAH, con una maestría en Dirección Empresarial y Finanzas, de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec). Sin embargo, su vocación de servicio lo llevó a aprender la noble labor de salvar vidas.
“Este es un reconocimiento que se los dedico a todos mis compañeros del heroico y benemérito Cuerpo de Bomberos, tanto de la Guardia Permanente como de la Compañía de Bomberos Voluntarios y personal administrativo…”, dijo Martínez, al recibir el reconocimiento del CNA.
Acostumbrado a rescatar personas y sus bienes de las garras del fuego y catástrofes naturales, también ha incentivado a las nuevas generaciones a formarse como bomberos voluntarios, con disciplina, honor, abnegación y honestidad, al desempeñarse como instructor de la Escuela Nacional de Bomberos Permanentes y Voluntarios.
“El bombero es una persona común y corriente y lo que lo diferencia es su entrega por tratar de hacer lo mejor, llegar a tiempo en una emergencia y poder salvar una vida o una propiedad, en cualquier situación estamos para servir”, manifestó Martínez Amador.
Actualmente es comandante de las compañías de bomberos voluntarios del Distrito Central; nació el 10 de abril de 1970, en Juticalpa, Olancho; y está casado con Lourdes Mercedes Gamero, con quien procreó tres hijas: Ana Lucía, Andrea María y Alejandra Isabel.
“MAESTRO” DEL PINCEL
La laureada trayectoria artística y labor docente del “maestro del pincel”, Santos Arzú Quioto, lo convierten en uno de esos “catrachos” dignos de ser conocidos.
Nació en San Pedro Sula, Cortés, el 21 de agosto de 1963, en el hogar conformado por Santos Arzú Flores y Raquel Quioto López, siendo el mayor de tres hermanos.
Es profesor de Filosofía y Pedagogía, graduado en la Universidad Francisco Mayorquín, en Guatemala, Guatemala; y también obtuvo una licenciatura en Economía en la UNAH.
En el evento, Arzú Quioto lamentó que “la corrupción es ante todo una actitud, una postura, es un flagelo que coarta crecimientos, institucionaliza actitudes, maquilla posibilidades, acelera opciones y frustra verdaderas realizaciones”.
A su vez, agradeció el galardón recibido, ya que “tengo la dicha y el honor de haber sido convocado en mi condición de artista visual, pintor, pero también soy docente en el área de humanidades, la persona corrupta traslada indefectiblemente su aura viscosa, su energía, su modus operandi a cualquier actividad en la que se involucre, ya sea un trabajo o un proyecto”.
Arzú ha dedicado tres décadas de su vida a impartir clases en el área de humanidades. Es pintor autodidacta y sus obras han sido exhibidas galerías y museos de arte en Estados Unidos, Francia, China, Taipéi, México, República Dominicana, Alemania, Italia, Cuba, Perú, Argentina, Colombia e Israel, entre otras naciones.
En el 2017 fue nominado por la Revista Forbes, en su lista de los 15 centroamericanos más creativos; y obtuvo la Medalla de Oro en la Tercera Bienal del Caribe y Centroamérica, en República Dominicana.
EL MAESTRO EN CASA
El CNA también premió la magnífica labor desarrollada por el Instituto Hondureño de Educación por Radio y su programa educativo “El Maestro en Casa”. Este valioso proyecto nació el 24 de febrero de 1989, a iniciativa de Sor Marta Eugenia Soto, con la solidaria misión de llevar el “pan del saber” a miles de hondureños que no tenían acceso a la educación presencial.
Durante la ceremonia, Sor Marta describió al Iher como “una semilla sembrada hace 28 años, cultivada con un amor sincero y silencioso por manos hondureñas, pero también extranjeras”.
Agregó que el proyecto radial es “un producto hecho en Honduras con un solo fin: Una Honduras educada y libre de analfabetismo”.
El trabajo invaluable del Instituto, a través de la radio, llega actualmente a 17 departamentos del país y cuenta con una matrícula de aproximadamente de 47,000 estudiantes que cursan varios niveles, entre estos, Primaria acelerada, I, II y III de Ciclo Común, I y II de bachillerato en Ciencias y Letras; y I y II de bachillerato en Administración de Empresas.
Por: Carolina Fuentes
Fotos: Omar Banegas