Corea del Norte y el peligro nuclear

Por: José Roberto Valenzuela

En términos generales, un armisticio no significa cese definitivo de hostilidades, a menos que vaya seguido de un tratado de paz.  En tal sentido, en la península de Corea  el estado de guerra no  ha terminado.

La guerra de Corea iniciada el 25 de junio de 1950, fue la primera expresión armada  de la Guerra Fría, la cual después de varias acciones militares, se llegó a un armisticio el 27 de julio de 1953 en el paralelo 38, creándose la zona desmilitarizada de Corea,  una franja de 4 Km. de ancho entre ambos estados.

Desde entonces se han producido incidentes armados fronterizos y 6 pruebas nucleares de Corea del Norte, presumiblemente con la asesoría de una potencia asiática.

“No estamos buscando un cambio de régimen ni tampoco su colapso”,  declaró recientemente el secretario de estado Rex Tillerson, a Fox News.
Quizás en un examen sistemático de su estrategia en el Asia Pacífico podría establecerse cuáles son las prioridades de Estados Unidos en esa área y si sus aliados están de acuerdo.

Es sabido que Corea del Norte utiliza su programa nuclear como medio de sobrevivencia de su régimen a lo interno más que a lo externo, pero si la tensión se convirtiera en guerra abierta,  tenemos la impresión  que Japón, Corea del Sur y EE UU no están dispuestos a pagar el alto costo de una “nueva guerra”  y la reconstrucción de Corea del Norte al finalizarla.

El nuevo gobierno de EE UU  ha mostrado  el alcance de su poder militar  al bombardear la base aérea Siria de Shayrat, al lanzar la madre de todas las bombas en Afganistán, la prueba termonuclear con su bomba B61-12, y el envío de su portaaviones USS Carl Vinsol y un submarino Michigan al mar del Japón de la prueba de misiles de Corea de Norte el pasado 21 de mayo.

Resulta curioso que se haya identificado donde se hallaba un submarino nuclear clase Michigan con 16 misiles Tomahowk, los que impactaron la basea aérea Siria, porque se presume que pierde su ventaja más importante, y que se  enviará un portaaviones a sumarse a dos  más en la misma zona cuando Corea del Norte lo que está probando son misiles de mediano y largo alcance.  Si acaso la aviación norteamericana atacase bases norcoreanas la resistencia antiaéreo de Corea del Norte sería débil, probablemente sin capacidad de aplicar represalias al USS Vinsion, USS Ronald Reagan o al USS Nimitz, sino a los aliados de EE UU, lo que induce a  a pensar que  esta movilización representa  una persuasión incisiva para que Corea del Norte detenga su programa de misiles de mediano y largo alcance y así volver al status quo sin mayores costos financieros para EE UU.

Seul, la capital de Corea del Sur, se encuentra a 31 millas de la zona desmilitarizada, y ante esa exposición, ya se resolvió el problema de quien pagaría la instalación y mantenimiento del sistema antiaérea THAAD, pero la población civil coreana está presionando a sus congresistas para que sean retirados  al decir que “Seúl está amenazada por el armamento convencional de Corea del Norte no por los misiles de mediano y largo alcance”. La pregunta que se hacen los surcoreanos es ¿este sistema antiaéreo nos está realmente protegiendo? Lo que lleva a la posibilidad que dicho sistema pueda ser retirado de Corea del Sur, por el peligro que representa a que Seúl sea reducida a cenizas con puro armamento convencional.

Según algunas estimaciones, Corea del Norte podría enviar medio millón de proyectiles y matar a centenares de miles de personas en Seúl en apenas minutos sin que apenas sea posible ninguna respuesta y que las bases estadounidenses al sur de la zona desmilitarizada serían arrasadas en poco tiempo, especialmente si utiliza ojivas químicas.

La decisión de retirar el sistema THAAD podría ser apoyada económicamente por Corea del Sur, país que se propone acercarse más a China, quien ha manifestado su disconformidad con este sistema en la península Coreana.

Finalmente la República Popular de China es un aliado estratégico de Corea del Norte al que  nadie  -Japón, Corea del Sur, Australia y EE UU- quiere involucrar; más aún que recientemente acaba de lanzar su nuevo portaaviones Shandong 001A -versión modernizada de su actual portaaviones-  que  junto al Lioang tienen como propósito el resguardo de zonas cercanas a China, como ser la primera y segunda cadena de islas, con  sus sistemas de defensa aérea y sistema de misiles balísticos antibuque, robusteciendo así sus capacidades de asalto anfibio y soporte a sus submarinos nucleares, lo que no es tentador para ninguno de sus vecinos, incluidos Corea del Sur con la cual no sostiene ninguna disputa ni territorial ni política, más bien con una relación comercial favorable.

La gestión político/militar de Estados Unidos en la zona, el temor que genera en la población surcoreana el sistema THAAD y la procura de acercamiento con China, constituyen 3 motivos para que la crisis de la penínculsa coreana se resuelva por la vía de la negociación, antes que por soluciones militares.

Diplomático de carrera, consultor y catedrático universitario, Máster en Comercio Internacional, Máster en Estudios Políticos Asiáticos.