¡Va… qué güevos!

Que existen personas que piensan ser los únicos que han nacido con cerebro en estas Honduras, ¡claro que existen!, una de ellas es el “Chava” Nasralla, resulta que con ese híbrido de la tal alianza, al susodicho “maniquí” no le bastó con dejar abandonada su tropa, ni se tomó el costo de buscarles posadas a estos tontos que solamente le sirvieron de voceros, porque el único nombre que conocían era Nasralla, se olvidaron de sí mismos por estar obnubilados con el bello rostro del locutor que habían convertido en su dios, obligados a aceptar que si salieron electos fue por su obra y gracia, ahora les toca vivir su peor pesadilla política.

Los diputados “motos” como llamamos a los que quedan sin padres caminan todas las calles del Tribunal, tocan las puertas del partido Libre y las del Pinu buscando alojamiento, porque el tal “líder” no tuvo ni la delicadeza de negociar para sus pupilos ni buscarles en ambos partidos, olvidó el principio de respeto y lealtad para sus diputados, que serán como siempre en los que recae la ejecución de la campaña electoral, muchachos que tendrán en esta elección el pago a su novatez y estupidez al creer en un caciquito sacado del sombrero de un ilusionista que pinta la política en el mundo imaginario del “nunca jamás”.

Estos muchachos cándidos que pretenden continuar en su curul, han olvidado lo básico de la política: organización; es cierto que Nasralla obtuvo votos a fuerza de mensajitos, los cuales no representan nada a la hora de elegir al candidato, pero sirvió al menos para sacar uno que otro diputado de chingaste, que en esta oportunidad no obtendrán porque los dejó sin partido, sin candidato y sin chingaste, entonces la cosa se pone jodida.

Los deseos de la alianza del mal no se concretarán porque como siempre, a falta de un Partido Liberal cohesionado, tenemos un Partido Nacional en un momento de total desarrollo, con dos triunfos consecutivos y en busca del tercero con la reelección anexada, mientras viva sano y fuerte nuestro partido, el Liberal gozará de buena salud, recuerden que es nuestra alma gemela y viceversa, si es necesario un cogobierno, entonces: lo haremos, pero jamás permitiremos que los deseos mesiánicos de estos demonios del odio lleguen al poder, peor aún, que impongan un sistema de gobierno excluyente y clasista. Estos diputados están arribando a casa ajena sin dinero, sin alimentos, con hambre, despreciados, delicados, exigentes y peligrosos, gritando y pataleando… ¡va… qué güevos!

Toño Flores
Choluteca, Choluteca