Internos de Renaciendo no se dejan registrar para esconder su edad

Decenas de menores de conducta rebelde, internos en el centro correccional Renaciendo, ubicado en Támara, Distrito Central, se opusieron ayer jueves al ingreso de personal forense y del Registro Nacional de las Personas (RNP), por temor a que varios de los cabecillas sean identificados como adultos y enviados posteriormente a cárceles de máxima seguridad.

Desde el lunes anterior un equipo de la Dirección General de Medicina Forense y del Registro Nacional de las Personas se trasladó hasta las instalaciones carcelarias para menores, ubicadas en la aldea de Tamara, Francisco Morazán.

El fin del personal forense era evaluar a todos los privados de libertad para registrarlos en una base de datos y ser corroborados en la misma red carcelaria sobre si en verdad son adolescentes con menos de 18 años de edad.

El personal encargado llegó a la correccional y en los dos primeros días logró evaluar a 98 personas, la mayoría menores infractores pertenecientes a las pandillas de “El Combo que no se deja” y “Los Chirizos”.

Pero cuando los registradores llegaron al módulo donde se encuentran recluidos los miembros de la pandilla 18 se encontraron con la noticia que los cabecillas encerrados habían dado la orden a todos sus compañeros de no dejar entrar al personal forense.

La negativa, según fuentes extraoficiales, sería porque los “jefes de maras” temen a ser descubiertos que varios ya son mayores de edad, por lo que deberían estar encarcelados en presidios para adultos.

Al ser identificados como mayores de edad, la mayoría de cabecillas y otros integrantes temen ser enviados a las cárceles de máxima seguridad, denominadas gubernamentalmente como “El Pozo 1 y 2”, una ubicada al oriente del país y la otra al occidente del territorio nacional.

Por tal motivo y negativa de los “mareros”, las autoridades encargadas del registro suspendieron la verificación de edades y a la espera de nuevas instrucciones.

Hasta ayer por la mañana se confirmó que solo se evaluó a 98 de los 300 internos de Renaciendo.

El personal encargado de verificar las edades de los internos de Renaciendo, suspendió sus tareas por la negativa de varios “mareros”.