Los bienes incautados

Por: Mario Mencía Gamero

“Los matemáticos buscan la verdad, utilizando la lógica”.

Un nuevo esquema impera actualmente en la práctica del actual gobierno para combatir la corrupción y el narcotráfico, que no  deja de ser lógico, pero se distancia totalmente del sentido de aplicación de la justicia en un estado de derecho. La forma de allanamientos hechos por las Fuerzas Armadas irrumpiendo con mucha violencia en las escuelas, colegios y universidades, las casas de presuntos delincuentes, sin acompañamientos de fiscales o jueces, que deberían ser partícipes de sus causales, no son compatibles ni lógicos en un estado de derecho. Muchas viviendas han sido asaltadas, habitadas por familias inocentes que sufren injustamente de vejámenes y atropellos a su integridad familiar, con el apotegma de “primero capturamos y después investigamos”.

Si aplicamos lo lógico y lo justo en un paralelismo legal, creemos que debe imperar la justicia en todo momento, porque el imperio de la ley debe prevalecer por encima de todo, pero consideramos que no es lógico ni correcto usar la fuerza pública aplicando medidas violentas solo por sospechas delincuenciales de todo ciudadano y posteriormente pedir disculpas sin reparar en los daños a la integridad y al honor de la persona humana.
Pensamos y creemos que el combate a la delincuencia en todas sus facetas es y debe ser una obligación de los gobiernos, respaldado por una sociedad respetada sin agotamientos sociales que deprimen a sus ciudadanos por los múltiples problemas que sufre, especialmente al estado de pobreza y exclusión social de sus habitantes y Honduras vive graves desajustes sociales y económicos, como  uno de los países con más desigualdad social del planeta.

La otra cara de la moneda lo constituye la esperanza de todos los hondureños con el retorno a una etapa del liberalismo social que empuja con gran fuerza un ciudadano con magníficos valores morales como el ingeniero Luis Zelaya, y creemos o pensamos es el mejor candidato en la presente contienda electoral, que se ha salido del tradicionalismo partidario y conserva en su agenda la institucionalidad de un  liberalismo social incluyente y con lineamientos doctrinarios modernos invitando a los liberales que han discrepado con su slogan de volvamos a casa sin odios ni rencores, y con una plataforma programática, que responde a la historia y a la evolución dinámica de un liberalismo social incluyente, que cambiará diametralmente el viejo discurso que encendía las emociones del pueblo, pero adormecía las conciencias, manteniendo a los ciudadanos en un grave estupor de estancamiento y retroceso. Manos a la obra volvamos a casa!