Nueva Ley de Policía y seguridad privada

Por Miguel Osmundo Mejía Erazo

El Congreso Nacional por medio de sus legisladores han aprobado una nueva Ley General de Policía que viene a engrosar el número de leyes que en nuestro país sobrepasan las tres mil, siendo uno de los países con más leyes en el mundo pero lamentablemente entre los más pobres, atrasados y violentos, si tan solo se cumpliera a cabalidad con la Constitución de la República, no ocupamos tanta ley que al final se convierte en papel mojado. A propósito en esta nueva ley que ahora viene con la bendición de los pastores evangélicos expertos en depuración, dedica un capítulo a la seguridad privada, la cual en otras oportunidades he criticado ya que según datos, hace dos años estábamos en manos de la seguridad privada, en el año 2015 habían más de 800 compañías de seguridad debidamente registradas con un número de unos 75 mil guardias, hoy tendremos unos 90 mil guardias, se calcula que hay un guardia privado por cada 100 hondureños, sin embargo hay un policía por cada 1,000 habitantes, más del 20% de armas registradas están en manos de la seguridad privada, se trata de armas de grueso calibre, por otra parte se dice que hay un policía por cada cinco guardias civiles lo que significa que sumando los efectivos de las compañías de seguridad más los que trabajan en forma individual como guardias con su respectiva arma, representan tres veces el número de miembros de la Policía Nacional y el Ejército, por tanto amigos seguimos en manos de la seguridad privada.

Los empresarios que se dedican a la seguridad privada ahora tendrán algunas regulaciones según la nueva ley, ojalá que se cumplan algunas normativas como la de exigir a esas grandes compañías un seguro de vida para los guardias que ejercen uno de los oficios más peligrosos, pero muchas de esas compañías que se ven serias y que cuidan los bancos o lugares importantes he consultado a los guardias si tienen seguro de vida, seguro médico, vacaciones pagadas etc., ninguno de estos derechos tienen los que cuidan uno de los bancos más importantes del país y que decir de aquellas personas que tienen registrada una compañía de seguridad de esas cuyos guardias no tienen ni un uniforme, no ganan ni el salario mínimo, no saben lo que es un aguinaldo, mucho menos un seguro médico o de vida estos guardias de seguridad están a expensas de las dádivas que los mismos vecinos donde cuidan, claro los costos de una o dos personas para cuidar una cuadra por medio de un contratista son menores, pero igual riesgo corren estos vigilantes que están expuestos a perder la vida por un arma que ni los mismos delincuentes quieren porque ellos andan unas más sofisticadas.

El tema de la seguridad privada y la nueva Ley General de Policía no han sido socializadas ampliamente, también debería investigarse los gastos de parte de la Policía Preventiva y Militar en cuidar a funcionarios de alto rango y sus familiares, que les asignan guardaespaldas durante las 24 horas del día tanto en sus casas como en todos los movimientos que los funcionarios, comisionados, ministros, altos militares y sus familiares hacen, siempre ha sido así, encontrar una persona desconocida con dos y más soldados o policías de compras en un supermercado cargándoles hasta la cartera y hemos visto damas y caballeros “sacando pecho” en estos lugares públicos por el simple hecho de ser familiar de un alto funcionario o jerarca militar, gozando de privilegios a costa de nuestros impuestos, mientras la gente de los barrios marginados no pueden salir ni a la puerta de su casa después de las seis de la tarde y que decir de tantas familias que han tenido que abandonar sus casas o salir del país, amenazados por las maras y pandillas que todavía dominan mucho territorio de las grandes ciudades. Se ha prometido una nueva Policía, se aprobó una nueva ley, pagamos la Tasa de Seguridad con la esperanza de vivir en un país más seguro, por lo pronto son pocos los lugares en Honduras donde podemos caminar sin temor, uno de ellos la ciudad de Gracias en el departamento de Lempira donde hay varios cordones de seguridad y retenes militares, no es para menos, allí viven familiares del Presidente y semanalmente la ciudad es visitada por muchos funcionarios incluyendo al mismo mandatario de todos los hondureños.

*Profesor y periodista
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