Las autoridades de Honduras trasladaron hoy a 13 presos de alta peligrosidad a una cárcel de máxima seguridad en el occidente del país, a la que ya han sido remitidos más de 700 reos.
El portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), José Coello, confirmó a periodistas el traslado de los presos hacia una penitenciaria de máxima seguridad construida en el departamento de Santa Bárbara, occidente de Honduras, conocida como «El Pozo».
Los reos, cuyos nombres no reveló, fueron trasladados desde el centro penal de San Pedro Sula, norte del país centroamericano, añadió.
En la nueva cárcel, similar a otra construida en el municipio de Morocelí, departamento oriental de El Paraíso, conocida como «El Pozo II», en la que también guardan prisión reos de alta peligrosidad, los presos están aislados y no se les permite ningún tipo de visitas, excepto de sus defensas cuando el caso lo amerite, según las autoridades hondureñas.
Con este grupo suman 768 los reos, en su mayoría de alta peligrosidad, enviados a El Pozo II por orden del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, como parte de las medidas con las que su gobierno pretende frenar la violencia y la extorsión en el país.
Según la FUSINA, el 80 % de los ataques y masacres perpetradas en el país centroamericano son ordenadas por pandilleros que operan desde las cárceles.
El sistema penitenciario de Honduras, compuesto por una treintena de cárceles, alberga a 17.712 presos, cuando su capacidad máxima es de 8.000, y menos de la mitad de los reclusos han sido sentenciados, según cifras oficiales. (ACAN-EFE)