Sin “pisto” pero con ingenio mujeres crean “mercadito”

La falta de una oportunidad laboral llevó a un grupo de mujeres a unirse para formar un “mercadito” en la entrada a la colonia Suyapa, al oriente de la capital.

Decididas, y con mucha esperanza de vender su producto, cada una de ellas comenzó a armar su pequeño puesto con cajas plásticas para colocar su mercadería.

Durante un recorrido que LA TRIBUNA realizó el pasado fin de semana, se percibió un ambiente de armonía, compañerismo y solidaridad entre estas humildes emprendedoras que son vecinas de la colonia Altos de Agafam y llegar a vender sus productos a este lugar, de viernes a sábado.

SALIR ADELANTE

María del Carmen Cruz es madre soltera y se unió al grupo porque consideró que esta es una gran oportunidad para obtener ingresos para el sustento de sus hijos. En su puesto de venta hay una estufa y ollas con caldos humeantes que desprenden un exquisito olor.

“Somos capaces de salir adelante, no importa la edad que tengamos, yo soy una mujer profesional, pero como no tengo empleo, me dediqué a cocinar, nunca lo había hecho, pero aprendí”, comentó la locataria, quien es perito mercantil y contadora pública.

Añadió que visitó varias empresas con la fe de encontrar un empleo, pero lamentablemente le decían que no calificaba para las plazas, porque tenía 40 años.

“Apoyándonos entre las mujeres, podemos salir adelante; yo vendo sopa de gallina india a veces me he desmayado por el sol, pero no me da pena, en la vida hay que luchar”, dijo María del Carmen, meneando una sopa con un cucharón.

Reina Benítez vende frutas y verduras y pide ayuda para poder tener un local para protegerse del sol y la lluvia.

¿QUÉ PUEDO VENDER?

Otra emprendedora es Elizabeth Zúniga, quien trabaja como auditora realizando “contabilidad a domicilio”. Sin embargo, busca obtener un ingreso extra para su hogar.

“Sumo y resto números de lunes a jueves, y vendo en mi puestecito de viernes a sábado”, detalló Elizabeth, con una sonrisa.

Zúniga comentó que cuando sus vecinas la invitaron a unirse al grupo, se preguntó: ¿Qué puedo vender? Y recordó que “pensé en la belleza de la mujer, en que nos gusta vernos bonitas, y por eso decidí vender bisutería, para resaltar la belleza de las mujeres”.

“Soy contadora, aquí atiendo el puesto viernes y sábado, pero nos vemos en la necesidad de que todo está muy caro, es la manera de generar más ingresos”, expresó, mientras le detallaba los precios de esmaltes, collares y pulseras a una cliente que se acercó a mirar su producto. (MEF)

DATOS
Estas “catrachas” luchadoras les piden a las autoridades de la alcaldía de Tegucigalpa que les ayuden con la construcción de unos locales más amplios, donde puedan protegerse del sofocante sol y la lluvia. Actualmente, con ramas secas y pedazos de plástico han armado sus puestos de venta, con tal de trabajar y no pedir.
AL GOBIERNO PEDIMOS NOS AYUDEN
La vendedora Reina Benítez contó que “vendo frutas y verduras, pues nosotros le pedimos al gobierno y a la alcaldía que nos ayuden a hacer las champitas (locales) para poder vender y que se mire bonito”.

Reina, de brazos fuertes y trato amable, luce un delantal amarillo que combina con el color de las piñas, bananos y plátanos que ofrece al público, en unas canastas plásticas.

Alzando la voz, con cierto entusiasmo, manifestó que “invitamos a la población, que venga a comprar aquí, les ofrecemos buenos precios”.