A la espera de beneficios por revaluación del lempira

Entre diciembre del 2016 y julio de este año, la moneda hondureña se revaluó alrededor de doce centavos frente al patrón dólar, coyuntura que podría cambiar de un momento a otro según visualizan representantes de distintos sectores económicos.

El 3 de enero pasado una divisa “americana” costaba 23.68 lempiras; hoy día, un dólar vale 23.55 lempiras. De acuerdo a la autoridad monetaria, la revaluación obedece a factores como el fortalecimiento de las monedas e índices inflacionarios de los principales socios comerciales del país.

El presidente del Banco Central de Honduras (BCH), Manuel de Jesús Bautista, es enfático, al negar que la revaluación obedezca a jugarretas políticas, dado que este es un año electoral, y defiende la independencia del organismo ante el Ejecutivo.

TENDENCIA REGIONAL

De 21.30 que estaba el peso mexicano, “ahorita se cotiza en 18.10” por dólar. El quetzal también se ha fortalecido y se ubica alrededor de 7.20, más allá de las fronteras regionales aparece “el euro que se ha revaluado”.

El yen, el colón, el córdova, “también se han revaluado”, puntualiza además, que las Reservas Internacionales Netas (RIN) permiten cubrir 4.5 meses de importaciones, los niveles de remesas crecen al 7.8 por ciento y productos como el café ya ingresan divisas por arriba de mil millones de dólares. Así argumenta que los factores anteriores han fortalecido al lempira.

El sector exportador ve con cautela el fenómeno que no se observaba en la economía hondureña desde mediados del 2005 que también coincidió con las elecciones presidenciales de ese año.

TEMPORAL

Pérdida de competitividad lamenta sector exportador, que se compensa con crecimientos sostenidos y apertura de mercados.

La revaluación es temporal, advierte el director regional del sector maquilero, Guillermo Matamoros, al tiempo de reconocer que la situación impacta con menos competitividad vía precio de las exportaciones textileras.

“El tipo de cambio es fundamental en las exportaciones; cuando se dan depreciaciones, entonces, se favorecen mayores exportaciones”, pero si es a la inversa, como es el caso, sucede que se fomentan las importaciones, porque se pagan menos lempiras por productos del exterior.

“En Honduras se está dando una apreciación en el tipo de cambio desde enero, durante todo este primer semestre. Esto tiene un efecto positivo en los asalariados que reciben la mayoría en moneda nacional”.

TRINQUETE MONOPÓLICO

Los consumidores demandan trasladar la ganancia del lempira frente al dólar y que no suceda como con disminuciones de los combustibles que no se reflejan en el comercio.

Pero “muy seguramente esto afecta la competitividad de las exportaciones”, al tiempo de argumentar que la industria textil confección se compensa por la ampliación de operaciones y crecimientos sostenidos.

Entre los obreros, que cobran lempiras y pagan servicios, cuotas y productos dolarizados, la revaluación es percibida como un “leve respiro”, argumenta, aparte, el defensor de los consumidores Adalid Irías.

“Lo único que hemos logrado es una estabilidad. Que no suban ni bajen, pero el efecto multiplicador no lo hemos visto”. Agrega que la composición cuasi monopólica que caracteriza a la economía hondureña, evita que coyunturas como la revaluación o disminución de los precios de los combustibles sean trasladados al precio final de los bienes y servicios.

Empero Irías arguye que la apreciación monetaria les permite a las empresas recuperar ganancias o estabilizar sus estados financieros, y reclama que “como consumidores, no nos trae ningún beneficio este repunte que ha tenido la moneda”.