Seudoanalistas políticos

Por Boris Zelaya Rubí

“…Resulta repugnante encontrar varios comentaristas noticiosos contemporáneos o analistas políticos, que se ganan la vida vociferando irresponsablemente como cotorras, con un lenguaje que promueve la violencia e intolerancia por el tema político”.

A medida que se acerca la fecha de las elecciones generales, los opositores al Partido Nacional se desesperan, porque en las encuestas resulta con mayor preferencia entre el electorado. Culpan al gobernante de todos los problemas que tiene la nación.

Algunos veteranos políticos, con sus “acertadas predicciones y sesudos análisis”, no hacen honor o gala al calificativo de ¡analista político! Que más pareciera un apodo. No pierden oportunidad como si fuera un vicio, de buscar los micrófonos o cámaras, para “opinar” con el único interés de desmembrar nuestra sociedad, sembrando odio y miedos infundados, dando la impresión de ser enemigos de la patria para saciar sus egos, porque a varios por sus edades, ya su salud no les permite el sacrificio de trabajar una jornada completa y aspiran a una ayuda gubernamental.

Los analistas políticos, se resisten a vivir en el anonimato, máxime si en el pasado ocuparon un cargo importante en la administración pública. Han sido bautizados así por los habilidosos entrevistadores, que logran llenar sus espacios y sus bolsas elevándole el ego a cualquier mortal.

Según las lecturas recomendadas para nuestros estudios de administración pública, especialmente en las clases impartidas por el excelente catedrático, abogado Francisco Cardona Argüelles, en algunos países califican a los analistas políticos como secuaces a sueldo, dedicados constantemente a señalar o inventar desatinos de los enemigos políticos de sus mecenas, convirtiéndose en fervientes defensores de las promesas de campaña, que como propaganda ayudan a esparcir por “puñaditos de lempiras”. Ellos practican la politiquería carente de grandeza, el oportunismo es su principal elemento.

No ocultamos jamás la inclinación por el partido de nuestra preferencia (sin ser pluma tarifada). Hemos señalado en su oportunidad algunas que a nuestro criterio, son acciones que afectan a la ciudadanía. ¿Cómo ser imparciales cuando existen grupúsculos obstinados en cambiar nuestro sistema de gobierno? Estos persiguen un solo objetivo ¡el poder! Como lo han demostrado sus ídolos de barro en América del Sur, cuyas fortunas junto a su prole, los convierten en potentados económicamente hablando, el asunto se vuelve toral (palabra favorita de un perfumado), cuando en sus proposiciones públicas ofrecen a los pobres, tantos beneficios que no será necesario que se mueran, para ir al paraíso prometido a los abandonados por la diosa fortuna.

Hace pocos días un izquierdista comentó “extra micrófonos” con palabras soeces y demostrando su verdadera personalidad e ignorancia, sus deseos porque en un país como Venezuela, con la Constituyente a los opositores los harán p… demostrando así, cuáles son sus verdaderas intenciones en nuestro país. Pobre hombre sin “alegría” en su corazón. Sería interesante que se enmontañara y se hiciera guerrillero portando un fusil, para defender la causa que ha perseguido como si fuera un gran especialista en la materia y eliminar la imagen de revolucionario de cafetín, pero afortunadamente en nuestro país ¡no hay papos que lo sigan! Y somos más los que deseamos vivir en paz. Además algún día le pueden decir… ¡Cuento hasta tres y te haces p…!

De rodillas solo para orar a Dios.