Trump es acusado

WASHINGTON (AFP). El presidente estadounidense, Donald Trump, trató el domingo de acallar las críticas por su respuesta a los disturbios la víspera durante un enfrentamiento entre la extrema derecha y antirracistas, que terminó con una mujer muerta.

Voces de todos los sectores –incluido el Partido Republicano– reprobaron que el mandatario condenara la violencia de ambas partes, en lugar de censurar directamente a los supremacistas blancos y neonazis que marcharon por la ciudad de Charlottesville, en Virgina (noreste). La Casa Blanca tuvo que salir al paso para aclarar las palabras de Trump.

«El presidente dijo de la forma más enérgica en sus declaraciones de ayer [sábado] que condena todas las formas de violencia, fanatismo y odio. Esto incluye evidentemente a supremacistas blancos, neonazis, el KKK y todo tipo de grupos extremistas», señaló un portavoz en un comunicado. El mandatario «hizo un llamamiento a la unidad nacional», precisó.

La protesta organizada por grupúsculos supremacistas blancos y neonazis, entre los que había miembros del Ku Klux Klan (KKK), se vio alterada cuando contra-manifestantes trataron de impedirla.

Durante los altercados, una mujer de 32 años murió al ser arrollada por un coche que embistió a la multitud que se oponía a la marcha. Otras 19 personas resultaron heridas en los enfrentamientos.