SE DESMARCAN

AL mero arranque oficial de la propaganda electoral, los candidatos presidenciales de los partidos tradicionales han sido los primeros en desmarcarse de las otras fuerzas que compiten, exponiendo la síntesis de sus planes de gobierno. Un giro interesante ya que hasta ahora el proselitismo ha sido enfocado más a los ataques y a las mismas trivialidades de siempre. Los dirigentes políticos –bien por falta de preparación o porque no les motivan otras cuestiones más que las de su interés sectario particular– no abordan los problemas nacionales. El debate público renquea tristemente de los temas importantes que afligen al pobre pueblo pobre y al ciudadano común y corriente. Tanto líderes religiosos como sectores empresariales han venido exigiendo seriedad en las propuestas electorales. Dejar los discursos vacíos cargados de diatribas que utilizan los políticos para entretener a su frívolo auditorio.

No más unas horas atrás la vocera de la OEA en Honduras advertía que “por la gravedad de la calumnia y la difamación subsecuente” de uno de los candidatos presidenciales “estudiaban las medidas legales pertinentes para salvaguardar nuestra reputación”. Citando la Ley de Emisión del Pensamiento apuntaba que “toda persona natural o jurídica tiene derecho a defenderse decorosamente de los cargos y críticas que se le hagan por la prensa con el fin de desvirtuar los hechos que se le imputen” ya que “es punible el ataque antojadizo sin pruebas contra empresas comerciales e industriales, nacionales o extranjeras, por el solo prurito de vengar agravios o desacreditar a personas e instituciones”. Pues bien, mientras eso es lo que atañe a un locuaz dirigente de una coalición que participa en el proceso electoral, los líderes de los partidos históricos daban muestras de mayor respeto a los hondureños con la presentación de sus propuestas políticas. El Plan del candidato del partido de gobierno se centra en siete pilares: 1.- “Innovar para crecer”, 2.- “Acceso al Crédito”, 3.- “Honduras Plataforma Logística”, 4.-“Salud y Educación”, 5.-“Seguridad y Defensa”, 6.-“Estabilidad en el País”, 7.-“Transparencia y Rendición de Cuentas”. Casi en forma simultánea el principal candidato presidencial de la oposición en un acto público expuso los cinco ejes temáticos de su propuesta: 1.- “Reconstrucción del Estado de Derecho y la Institucionalidad”, 2.-“Seguridad Humana; Seguridad Integral e Inclusiva, 3.- “Reactivación Económica para la Generación de Empleo”, 4.-“Educación, Salud y Protección Social; Formación de Valores Éticos, Cívicos y Morales con Enseñanza en Emprendimiento”, 5.-“Gobierno Eficiente y Tecnológico”.

El solo hecho que ambos presidenciables inician su campaña proselitista esbozando los lineamientos de un plan de gobierno es un signo alentador. Se desmarcan de la competencia que, hasta el momento, no ha mostrado mayor interés de compromiso con el país. Aunque en los próximos días eso podría cambiar. Bien puede ser que los malabares circenses de algunos aspirantes atraigan la pasión perturbada de ciertos votantes. Pero Honduras confía que esta no sea la inmensa mayoría. El pueblo no es papo como presumen algunos cretinos que pasan inventando, mintiendo y ofendiendo en la creencia que así consiguen adeptos. Quizás lo que todavía no alcanzan o asimilan es cómo les ha aumentado los niveles de opinión desfavorable, por esas nocivas actitudes. Bien puede ser que la gente no base su voto solamente en la propuesta, pero eso diferencia a los serios de los informales.