Señora su esposo es tacaño?…

Señora su esposo es tacaño?, pues se salvó porque tener un marido así es como sacarse la lotería. Así se expresaba doña Sara de Cuchufleto cuando platicaba con una joven recién casada, la verdad es que todo comienza desde que son novios, por eso los noviazgos eran largos antes de casarse. Hay babosos que cuando la novia le dice al novio que la  lleve al cine, este pone cara de perro amable y dice: “Hay que aprender a ahorrar, vamos a gastar en los boletos, después que se nos antojan unas palomitas de maíz con su respectivo refresco, luego un chocolate, papas fritas, no amor… hay otra cosa y si se me pegan tus hermanas y tu mamá… saca la cuenta, te fijas verdad?

Es como aquel que la esposa le dijo: “Fíjate Armando que el niño más pequeño necesita zapatos y una chumpa”, inmediatamente el hombre respondió: “Puchica si hace un año que le compré zapatos y hace dos que le compré la chumpa”, según él a los niños no les crecen los pies y una chumpa debe ser eterna, eso es ser codo. Don Cleto se sentó a la mesa con sus tres hijos esperando que la esposa les hiciera la cena: “vieja hacete un huevito en torta y lo repartís en cuatro partes… ah no, en cinco para que ajuste para vos”, un huevo señores, un simple huevo para cinco personas, ah y olvidaba decirles que el tipo terminó diciendo: “danos 20 frijoles a cada uno, no se puede despilfarrar la comida”.

Doña Gertrudis Sapote Norte es una mujer tacaña, a las hijas les da una lata de esas donde viene la pintura llenita de agua para que se bañen, qué les parece. La misma doña le ha manifestado a sus hijas que no se cambien calzones todos los días, que duren una semana con ellos porque se gasta jabón, agua, y además la tela se gasta lavándola mucho… será tacaña? Bueno, hay personas que son duras de matar, de pelar, no se les cae ni la baba, son codos, es más fácil sacarle chispas a dos panes blancos mojados que un cinco a un tacaño.

Sompopón Ceballos es otro que bien baila: “Amor sácame brillo a los zapatos con esas conchas de mínimo para que no se desperdicien, además la chinola está cara y me mancha los calcetines. “Qué  bárbaro, con conchas de mínimo o de butuco lustra los zapatos por no gastar. No es mentira, seguramente usted debe conocer a una o más personas que sean así de duras, es que los tacaños están hasta debajo de las piedras, bajo de agua se esconden. Una doña anda unos rulos medios quebrados y amarillos, perdieron su color original: Los compré en 1975 y qué? son míos y solo míos, le duela a  quien le duela, además no compro nuevos porque  todavía me sirven”. ¿Qué les parece?

Conocí a un baboso que siempre andaba con cinco trabajadores en la paila, si llegaban a una pulpería pedía un refresco normal para él otro para los muchachos, o sea que de un refresco pequeño tomaban cinco y ¿qué decía el tacaño?, “les compro un refresco pequeño para todos, he leído que las gaseosas son malas para los jóvenes”, hay algunas expresiones populares para calificar a esas personas duras de pelar: “ese viejo es un Bruce Willis de duro”, “es más duro que la carne de lora”, “ni dándole con un martillo en el codo afloja algo”, “ese loco es más duro que el concreto”, hay otras expresiones populares para los tacaños.

Pero el colmo de los tacaños fue aquel baboso que compró un chorizo para una familia de siete miembros, a cada uno le dio una tortilla, luego arrimó el chorizo a unas brazas y cuando desprendió el olor les dijo que suspiraran profundamente, que sintieran el olor a chorizo y que se comieran la tortilla lentamente para saborearlo. Al día siguiente metió el chorizo en agua caliente y les hizo sopa, sacó el chorizo rápidamente, solo para que le diera sabor al agua, después le quitó el pellejo al chorizo y a cada uno le dio un pedacito con otra tortilla, y finalmente repartió los tuquitos del famoso chorizo, o sea que de un solo chorizo comieron durante cuatro días… sería tacaño el compa?

Doña Ester Comayagua colaba una bolsita de café, llenaba un bote y luego en la mesa servía tazas con agua caliente, les echaba un chorrito de café y aquella bolsita le duraba un mes, reina de la economía?, no la reina de las tacañas. Pachán Soroguara es otro que también  hay que pegarle en el codo con un martillo para que afloje, la esposa tenía una colección de confites a la vista de quienes llegaban a visitarla, los muy curiosos le preguntaban por esa rara colección y ella respondía: “ahh son recuerdos de mi cumpleaños, cada vez que cumplo años mi marido me regala un confite, es todo lo que me da, por eso ahí los puse, ya tengo 25 y mañana que cumplo años voy a tener 26 confites, es que es medio agarrado… medio… agarrado entero.

Por eso viene la pregunta: Hay tacaños en su casa, es usted una tacañazo de marca o usted señora es dura de pelar? Fíjense que a los tacaños siempre les va mal. La magia y la prosperidad del ser humano está en el dar, porque dando es como recibimos. Cuando usted da no lo hace para que los demás le den, sin embargo cuando tiene problemas y es dadivoso sobra quien quiera ayudarle, así que no hay que ser Bruce Willis… ah otra cosa que no sepa tu izquierda lo que haces con la derecha.