Una mujer paracaidista

Una mujer paracaidista se llevó el show en el Estadio Nacional “Tiburcio Carías Andino”, ella descendió junto a sus 24 compañeros y nos regalaron un espectáculo precioso, mejor que en los años anteriores.

La presencia de la subteniente Génesis Daniela Reyes no cabe duda que engalanó el salto de caída libre, que nos tienen acostumbrados, porque el público esperaba ver las peripecias de la mujer militar.

Ella cayó con todo profesionalismo en el césped del Estadio Nacional “Tiburcio Carías Andino” y en general, sus compañeros lo hicieron casi perfecto.

Fue la parte que yo no me quería perder de este desfile y me quedé congelada en la pantalla de mi televisor viendo a los “saltarines”, pues se requiere valor y muchas horas de entrenamiento para lanzarse del helicóptero al cielo abierto. Creo que no tendría el valor que exhiben ellos.

La reseña histórica indica que el paracaidismo se inicia en el Ejército en Honduras, con la graduación de los subtenientes de Infantería: Rolando Mejía Garrigó, Daniel Balí Castillo y Leonel Gutiérrez Minera, quienes llegaron graduados de la Escuela de Paracaidismo del Ejército de Guatemala, en 1964.

En 1965, el teniente de infantería Rigoberto Regalado Lara y el sargento Jorge Espinal concluyeron sus cursos básicos de paracaidismo y empacadotes, en Fort Sherman (Panamá) y fue el primero que trajo el primer paracaídas tipo TU para salto libre y con este equipo se inició el paracaidismo en las Fuerzas Armadas.

En el año de 1966 se inicia el primer curso de paracaidismo en la FAH, usando las instalaciones de la Escuela de Paracaidismo en la Fuerza Aérea Salvadoreña, egresaron veinticinco (25) paracaidistas.

En Las Tapias, Regalado Lara inicia el segundo curso en la Brigada de Infantería, en 1972 y un año después, un grupo de efectivos viajó a Panamá a sacar el curso básico de paracaidismo militar y maestro del salto. En 1974 se inaugura la Escuela de Paracaidismo de las FFAA de Honduras, con el apoyo del Ejército de los Estados Unidos. De ahí en adelante, todo ha sido fructífero para los maestros del salto, con el que hoy deleitan a su público en el Estadio Nacional.

Blanca Díaz
Tegucigalpa, M.D.C.