BOMBAS Y “EL HOMBRE COHETE”

EL hombre más poderoso del mundo debutó en Nueva York con severas críticas a la organización de Naciones Unidas. “La burocracia y la mala administración paralizan la institución –expresó sentado en medio del Secretario General y de su embajadora– y debería ir más allá de ser un “club para que la gente se junte, charle y pase un buen rato”. Estados Unidos como principal financista de la ONU, contribuye con “un 28.5% del presupuesto de las operaciones de paz de 7,300 millones de dólares, y con 22% de los 5,400 millones de su presupuesto de funcionamiento”. Advirtió que va a recortar sus aportaciones ya que “ningún Estado miembro debería cargar de manera desproporcionada con la responsabilidad, ni militarmente ni financieramente”. El Secretario General se lamentó que eso “crearía un problema irresoluble para la organización”.

Ya en su discurso formal en la Asamblea, tiró la bomba que, “no tendremos otra opción que destruir totalmente” a Corea del Norte si el régimen de Pyongyang continúa amenazando a su país y a sus aliados. “Es hora de que Corea del Norte se dé cuenta de que la desnuclearización es su único futuro aceptable”. “El hombre cohete está en una misión suicida para él y su régimen”. Sin embargo, agradeció a China y Rusia por haber votado a favor de sanciones contra Corea del Norte en el Consejo de Seguridad de la ONU, aunque advirtió que eso no basta ya que “hay que hacer mucho más” frente a las amenazas del “hombre cohete”. Aunque también dedicó algunos párrafos a la autocracia de Nicolás: La “dictadura socialista” de Venezuela es “inaceptable y no podemos quedarnos al margen y mirar”. “Como un vecino y amigo responsable, nosotros y todos los demás tenemos una meta: ayudarles a recuperar la libertad, recuperar el país, restaurar la democracia”. Anunció que –aparte de las sanciones ya impuestas– Washington “está preparado para tomar nuevas acciones” si Venezuela persiste en imponer “su gobierno autoritario”. “El problema en Venezuela no es que el socialismo ha sido mal implementado; es que el socialismo ha sido totalmente implementado”. En una cena que el día anterior tuvo con los presidentes de Colombia, Brasil y Panamá, y con la vicepresidenta argentina, acordaron aumentar la presión sobre el gobierno venezolano para garantizar elecciones democráticas en 2018. “El pueblo venezolano –les dijo– está muriendo de hambre, su país está colapsando”.

Se ocupó además de otras naciones: Dijo que “el gobierno de Irán enmascara una dictadura corrupta (…) ha convertido un país rico, con una rica historia y cultura, en un Estado paria” y consideró “una vergüenza” el acuerdo nuclear (suscrito por su antecesor) con ese país. Pero también llamó a “rechazar las amenazas a la soberanía” en Ucrania y en el Mar de China Meridional; debemos defender el respeto a la ley, las fronteras y la cultura y las relaciones pacíficas que estos permiten” en un claro mensaje a Moscú y Pekín sin mencionarlos explícitamente. De todo lo anterior, lo que desvelaría aún más a los que ya padecen de insomnio, y a los que no, suficiente para que duerman con un ojo cerrado y el otro abierto, es el espectro aterrador de una hecatombe nuclear.