Inversión en infraestructura

Por Álvaro Sarmiento

Especialista Internacional
en Comercio y Aduanas

Estas últimas semanas, las lluvias insesantes practicamente en todo el gran Caribe, con la presencia de tres huracanes que han desvastado algunas de estas islas ha tenido menores repercusiones en nuestros países, Guatemala y Honduras. Sin embargo las fallas geológicas en la carretera de occidente y sismos sentidos en el departamente de Lempira, obstaculizó el paso vehícular en la CA-4, en Cucuyagua, incluso las autoridades aduaneras emitieron comunicados requieriendo a los tranportistas que ingresan o salen del país por Agua Caliente (HO-GU) o por El Poy (HO-ES) para transitar por El Florido o por Corinto, puesto fronterizo abierto recientemente con Guatemala.

De igual manera, en Guatemala, en la principal vía que conecta con el puesto fronterizo de Tecun Umán puerta natural de entrada y salida del comercio centroamericano con México, en Mazatenango, se formó un inmenso agujero en el Km. 166 que bloqueó de manera temporal esa importante vía comercial, lo que implica, pérdidas de más de 10 millones de quetzales diarios, unos 32 millones de lempiras.

Afortunadamente, cifras previstas de gasto para inversión en infraestructura para el 2018, señalan que en el caso de Honduras se planean invertir mil millones de lempiras para la rehabilitación del corredor occidental. El comercio internacional, uno de los principales elementos generadores de riqueza para nuestros países requiere tener y mantener corredores en buen estado y puestos fronterizos, infraestructuras portuarias y aeroportuarias que permitan el tránsito expedito de mercadería. Asimismo instituciones gubernamentales como DARA y SENASA con sistemas informáticos e infraestructuras tecnológicas y de telecomunicaciones que no conviertan a nuestras fronteras en cuellos de botella.

También en el caso del país vecino, a pesar de la inestabilidad política reciente, el sector privado, a través de la Fundación FUNDESA y su Encuentro Nacional de Empresarios (ENADE) con el tema central Infraestructura para el Desarrollo Vamos a la Obra, se menciona que se trata de un tema urgente de país y lo justifica citando al FMI en el sentido que “un aumento de 1% del PIB en la inversión pública en infraestructura en los próximos 5 años disminuiría la pobreza extrema en 5%” . FUNDESA trabaja en una propuesta para generar mecanismos que mejoren la infraestructura actual y para crear nuevas inversiones, la cual es participativa y cuenta con insumos de todos los sectores”.

Y como el empresariado generalmente es poco aficionado a filosofar ha procurado diseñar la propuesta sobre cuatro pilares de corto plazo; agenda legislativa, capacidad de ejecución, reparación de la red vial existente y mecanismos de inversión a futuro.

Mis recorridos habituales por los corredores logísticos de Guatemala, El Salvador y especialmente las grandes inversiones viales en Honduras me deja con la sensación que estamos “llegando tarde”.

Esta iniciativa parece empatar con proyectos enfocados en hacer llegar estos beneficios a la población más vulnerable, como el financiado por el Banco Mundial BM, -Infraestructura Urbana y Prevención de Violencia- que busca “mejorar el acceso a los servicios y la infraestructura básica y mitigar los factores de riesgo claves que causan el crimen y la violencia.

Todo indica que el invierno va para largo. Igual nuestra capacidad de previsión frente a los desastres naturales y la priorización en la inversión en infraestructura vial.

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