Apelativos, lemas y hechos anecdóticos de políticos (Concluye)

Por: Jaime Martínez Guzmán

En artículos precedentes  nos hemos referido, en forma retrospectiva, a los aspectos del título de este artículo, desde el gobierno nacionalista actual del abogado Juan Orlando Hernández, hasta el del liberal, doctor Roberto Suazo Córdova, quien fue el primero de la nueva fase democrática, después de una de regímenes militares. Seguidamente me referiré a otros gobiernos, hasta el del doctor y General Tiburcio Carías Andino, que han sido de nuestra propia vivencia.

General Policarpo Paz García (julio, 1980 a enero de 1982). Fue parte de la última administración, propiamente castrense, la Junta Militar que, además integraron los coroneles Domingo Álvarez Cruz y Amílcar Zelaya Rodríguez. Electa que fue una Asamblea Nacional Constituyente, esta designó como presidente de la República, provisoriamente, al general Paz García, en reconocimiento a su destacado papel en la defensa de la soberanía nacional. Suscribió el Tratado de Paz con El Salvador. Integró su gabinete con destacados miembros de los partidos Nacional y Liberal.

General Juan Alberto Melgar Castro (abril de 1975 a agosto de 1978). Sustituyó al general Oswaldo López Arellano a raíz del llamado “soborno bananero” que salpicó el gobierno de este.  En parte de su gobierno funcionó el jocosamente llamado CADEJE, Consejo Asesor del Jefe de Estado, integrado por personas de  organizaciones populares y de los partidos políticos, el cual elaboró un proyecto de ley de elecciones. Con fines, aparentemente políticos, se empezó a llamar a su administración el “gobierno del contacto directo”.  Se rumoró que esto y que se negó a destituir injustamente a algunos  de sus ministros, no gustó a algunos miembros de la cúpula castrense, los que promovieron su destitución, asumiendo el mando una Junta Militar.

Oswaldo López Arellano (varios períodos). De ellos, dos de facto y uno constitucional, por ello se le ha llamado, jocosamente, “campeón de los golpes de Estado”. En orden histórico, el 3 de octubre de 1963 derrocó al presidente,  doctor Ramón Villeda Morales pocas semanas antes de las elecciones en que podría haber sido ganador el doctor Modesto Rodas Alvarado quien, en su euforia política, alguna vez  aseguran que expresó “faltarán pinos en Honduras para amarrar a los cachurecos”. En período constitucional a López Arellano, junio de 1965 a junio de 1971, le tocó enfrentar, en 1969, junto al pueblo hondureño, el conflicto armado con El Salvador. Un lema publicitario de este tiempo fue: “En cada hondureño un soldado y en cada soldado un héroe” y la consigna “no pasarán”. Después de un efímero gobierno del doctor Ramón Ernesto Cruz,  vuelve López Arellano a dar otro golpe de Estado, encabezando un gobierno populista de integración, con ministros nacionalistas y liberales (diciembre 1972 a abril 1975) del cual fue defenestrado al ser vinculado con el llamado “Bananagate” o “soborno bananero”.

Doctor Ramón Ernesto Cruz (junio 1971 a diciembre 1972) del Partido Nacional. Por su estatura y afabilidad se le llamaba cariñosamente “Monchito”. Llegó a la Presidencia ganando por reducido margen al  licenciado Jorge Bueso Arias del Partido Liberal, quien no tuvo el apoyo pleno de la corriente dirigida por el doctor Modesto Rodas Alvarado. El presidente electo, se vio inducido a suscribir con los liberales el Pacto de Unidad Nacional, mediante el  cual se repartía con ellos los organismos de gobierno, situación administrativa y política que en la práctica fue poco manejable y eficaz. Los militares, por medio del general Oswaldo López Arellano (OLA) dieron un nuevo golpe de Estado. Un oficial fue a la residencia del doctor Cruz a comunicarle la noticia y él simple y tranquilamente dijo que estaba entendido.

Doctor Ramón Villeda Morales (diciembre 1957 a octubre 1963) del Partido Liberal.  Por sus facciones,  sus partidarios, cariñosamente  le apodaron “Pajarito pechito rojo”. Recibió su gobierno de la Junta Militar  que había derrocado a don Julio Lozano Díaz. Previamente la Asamblea Nacional Constituyente dominada por el  Partido Liberal, sobre los partidos Nacional y Reformista, lo había designado como titular del Ejecutivo. Sus lemas de campaña fueron  “Sumar, unir, vencer” y el “gobierno de la Segunda República” y “Ni a la izquierda, ni a la derecha, al centro”. El coronel Armando Velásquez Cerrato en 1959 intentó derrocar al presidente Villeda Morales. Previo a ello se escuchaba en las radioemisoras este anuncio: “La violencia no construye, tampoco la demagogia; en las Fuerzas Armadas radica el futuro de Honduras”. Sin mayor justificación, los militares comandados por Oswaldo López Arellano el 3 de octubre de 1963 dieron golpe de Estado al presidente Villeda Morales. Se especuló que el golpe fue, prácticamente, contra el doctor Modesto Rodas Alvarado, posible ganador de cercanas elecciones y de poca afinidad con los militares.

P.M. Don Julio Lozano Díaz (diciembre 1954 a octubre 1956) del Partido Nacional. Llegó al poder cuando el Congreso Nacional electo no pudo elegir presidente, por falta de quórum, siendo vicepresidente en funciones y en ausencia del titular, doctor Juan Manuel Gálvez, fue declarado jefe de Estado. Para perpetuarse en el poder, fue  apoyado por el Partido Unión Nacional (PUM) a cuyos integrantes se les llamó, despectivamente, “pumpuneros”. Con amplísimo margen en elecciones fraudulentas con participación solamente del Partido Liberal, al retirarse los nacionalistas, fue electo presidente. Un telegrama suscrito por el doctor Gálvez  decía jocosamente “le metiste capote Julio”.  Fue derrocado por una junta militar integrada por el general Roque J. Rodríguez, coronel Héctor Caraccioli y mayor Roberto Gálvez Barnes, la cual, con buen suceso, gobernó el país, de octubre 1956 a diciembre 1957.

Doctor Juan Manuel Gálvez (enero 1959 a diciembre 1954) del Partido Nacional. Recibió el poder del doctor y General Tiburcio Carías Andino. En la campaña electoral, los medios radiales poco llegaban a los pueblos, se realizaba más que todo por medios escritos como en Diario La Época, carteles y panfletos. Uno de estos decía: acompáñelo de música: “Así pasan los días/ y octubre va llegando/ y Changel musitando/ quizás, quizás, quizás! Resulta que su contendor, el llamado “león del liberalismo” doctor Ángel Zúñiga Huete, amenazaba frecuentemente su retirada del proceso, hasta que lo hizo, quedando en solitario el doctor Gálvez, a quien el pueblo, en su mandato llamó “el presidente en mangas de camisa”, pues saco al hombro visitaba los pueblos donde se realizaban proyectos de su gobierno. Algunos opositores le llamaron “Juan charrasqueado”, atribuyéndole ser muy enamorado, no solo del trabajo y de su buen gobierno. Los exilados políticos regresaron al país, con todas las garantías gubernamentales.

Doctor y General Tiburcio Carías Andino (febrero 1933 a febrero 1936, período constitucional. De aquí hasta enero 1949, período continuista). Recibió el mando del doctor Vicente Mejía Colindres, aún cuando algunos comandantes de armas se sublevaron en la denominada “revuelta de las traiciones”. Se le llamó “el hombrón de Zambrano” por su corpulencia y lugar de nacimiento. Terminó con las revueltas o guerras intestinas, imponiendo el orden, castigando a los levantiscos y reprimiendo a la criminalidad. Propició así, un clima de seguridad y paz, aunque los opositores decían que era “la paz de los sepulcros”. Además, los más acérrimos lo calificaban como “el gobierno del encierro, el destierro y el entierro”. El gobierno de Carías Andino, en  cuanto a la paz interna, marca un antes y un después en nuestra  historia política.

 Exsecretario de Educación