¡Estadio ceibeño en ‘alerta roja’!

LA CEIBA.- El estadio de La Ceiba, conocido como (estadio) Ceibeño, se comenzó a construir en 1954 y se concluyó en 1956 y fue hasta en el 2008 que fue remodelado, dejándolo con capacidad para 17 mil cupos.

Las condiciones en las que se encuentra el estadio de La Ceiba han dado mucho qué hablar: el estado del terreno de juego, la suciedad impregnada en las graderías, la maleza que se acumula cerca de las vallas de protección y ausencia de energía eléctrica en casi todas las instalaciones muestran el estado deplorable de la máxima casa futbolística de los ceibeños.

Y es el factor económico el que tiene languideciendo a los administradores de este coliseo. El presidente electo para este año, Marlon Munguía no ha asumido sus funciones como tal y ha tenido que ser el anterior presidente Johnny Rodríguez quien ha salido al paso de la difícil situación, que incluye, hasta demandas por parte de los empleados que trabajaron en esta instalación.

Comenzando por el terreno de juego, está dañado en su mayoría y para esto, el Vida contrató una empresa local que pudiera irlo recuperando pero en el Comité Pro Estadio no ven la mejoría, incluso han visto que las condiciones están peores que cuando empezaron.

De este trabajo, es cierto que el Comité no está gastando ni un solo centavo, al Vida se le ha dejado de cobrar el alquiler para sus partidos de primera división como compensación por haber conseguido a la compañía que está tratando de recuperar la grama, algo que hasta los momentos no ha sucedido.

La salida de camerinos al campo de juego luce deteriorada por falta de una mano de pintura.

“No nos han llenado las expectativas y en los próximos días nos vamos a reunir las partes implicadas para determinar ciertas situaciones. El trabajo de recuperación del campo cuesta 150 mil lempiras y al Vida se le está rebajando del alquiler, pero se debe tomar alguna decisión, no estamos contentos”, dijo Johnny Rodríguez ex presidente de estas instalaciones.

Según los números que se han revelado, a los rojos se les ha dejado de cobrar 32 mil lempiras en los cuatro partidos que ha jugado como local y no han visto la mejoría en cuanto a las condiciones del terreno de las acciones.

En cuanto al ingreso por publicidad, el mismo se ha reducido en un 80% desde que el Victoria descendió y el Vida estuvo casi seis meses jugando en otros estadios del departamento de Atlántida. “Actualmente no tenemos ni para comprar pintura y borrar los rótulos que han quedado”, sostienen.

En los camerinos no hay energía eléctrica y no lucen en las mejores condiciones.

Por otra parte, lo que paga el Victoria por alquiler es relativamente una cantidad simbólica y solamente sirve para marcar la cancha y el aseo del estadio. En total, la “jaiba” debe casi cien mil lempiras.

ALUMBRADO ELÉCTRICO

Para colmo de males, se les ha cortado el suministro eléctrico en las oficinas, los camerinos y dos torres de alumbrado. La deuda que mantienen con la EEH asciende a casi los 90 mil lempiras y eso impide que se puedan jugar los partidos en horas nocturnas.

La Municipalidad de La Ceiba ha prometido abonar una cantidad de esa deuda pero serán los administradores que deben firmar una carta de garantía de pago como aval solidario para que se les pueda restablecer el fluido eléctrico, algo que no están dispuestos a hacer porque no tienen un respaldo económico que les garantice que esa obligación se pueda pagar.

Así de feo y maltratado luce el césped del estadio de La Ceiba.

“Nosotros no tenemos ninguna prisa en restablecer la conexión de energía eléctrica y alquilar el estadio de noche nos implica más costos” dijo Rodríguez.

BALÓN DE OXÍGENO

Lo único que puede hacerse para rescatar este inmueble es una inyección económica gubernamental y que ya están adelantadas las gestiones. El Presidente de la República ha prometido un millón de lempiras, que ya están aprobados en el Congreso Nacional.

Eso es la solitaria forma que este inmueble que ha sido el orgullo de los ceibeños no se convierta en un elefante blanco y siga siendo albergue de potras apostadas para quien tenga la capacidad económica de rentarlo.

El mal aspecto del estadio es general como esta malla de alambre que divide sombra de sol.
Los trabajos de recuperación del césped no han dado el resultado que se esperaba.
Dos de las torres de energía eléctrica están a oscuras por falta de pago.
Poco público luce en unas desaseadas graderías que urgen de un retoque de pintura.
Todos los usuarios de este terreno de juego se han quejado por su mal estado

Por GEOVANNY HERNÁNDEZ
@geohernandez

Fotos: ESAÚ OCAMPO