La graduación de 1,196 nuevos profesionales universitarios se realizó ayer, con la presencia de las máximas autoridades de La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), encabezadas por el rector interino, doctor Francisco José Herrera, junto a decanos y secretarios de las diferentes facultades.
Los actos se desarrollaron en dos jornadas donde los graduandos y sus familiares gritaron, aplaudieron y lloraron, ante el logro académico de sus hijos, que obtuvieron después de tanto esfuerzo.
En la primera jornada de graduaciones 549 jóvenes recibieron su título y en la segunda 647. También hubo 341 graduados que recibieron menciones honoríficas, 27 que ganaron medallas Magna Cum Laude y 314 Cum Laude, siendo todos ellos ovacionadas por el público asistente.
El rector dijo que “estamos muy contentos, ya con esto hemos sobrepasado los 5,000 graduados a nivel nacional, es algo importante, ya que este es nuestro propósito, poder entregar a la nación nuevos profesionales”.
“Hicimos lo posible para realizar las graduaciones, los jóvenes están logrando un sueño de ellos y de sus familias. Hoy concluyen una etapa e inician otra”, manifestó Herrera.
CAPUCHA ALBOROTA
La máxima casa de estudios entregó ayer al mercado laboral profesionales de 10 facultades, entre estos, médicos, odontólogos, licenciados en administración de empresas, abogados, especialistas en ciencias espaciales, periodistas, entre otros.
También licenciados en trabajo social, donde dos de los jóvenes graduandos aprovecharon para recordar la lucha estudiantil y sacaron una manta, una pancarta y una distintiva capucha de color negro que alborotó a los espectadores en las graderías.
Uno de los jóvenes subió a recibir su título con manta en mano, mostrándola al público, ante esto, uno de los edecanes se la quitó, y el joven, sin oponer resistencia, la entregó. Luego recibió su título y se colocó una capucha negra para alzar su título y mostrarlo a los familiares y amigos que lo acompañaban, quienes gritaron y le aplaudieron.
NOVIOS CON EXCELENCIA
El romanticismo también se vivió en los actos de graduación, pues una “parejita”, ambos de excelencia académica, no desaprovecharon el momento para demostrarse su amor y retratarlo en una “selfie”.
Pero el empeño y la lucha de muchos por lograr sus sueños, fue muy bien recompensada. El esfuerzo de madres, padres e hijos dio frutos.
Alma Mejía, quien se graduó como licenciada en Periodismo, dijo que “fue una lucha que por más de cuatro años me tuve que levantar antes de las 4:00 de la mañana para viajar desde Talanga hasta Tegucigalpa y recibir las clases”.
“Mi madre, que con mucho esfuerzo ha trabajado para llevarme hasta el lugar donde hoy estoy, nunca me negó algo… Y hoy este es el fruto de nuestro esfuerzo y dedicación. Nada es imposible, siempre habrá obstáculos, pero no hay que detenerse”.
“Estoy agradecida con Dios, mi madre y mi familia. La felicidad es inmensa”, dijo la joven con una sonrisa en su rostro. (DS)
