Amapala, un Puerto olvidado

Por el Teniente Coronel FLORENCIO FLORES NÚÑEZ

Honduras tiene varios puertos importantes en la Costa Norte que le producen a la Hacienda entradas muy significativas y que con ello le dan vida económica a la nación.

Pero también tiene en el Sur el único y vital puerto de Amapala de cuya Aduana también recibe mensualmente la Economía Nacional importantes entradas.

Amapala por ser el único puerto en la Costa Sur, por estar situado en una Isla muy estratégica en el Golfo de Fonseca, debe dársele especial atención por parte de las Autoridades Centrales y no tener el puerto en el más completo abandono.

Amapala es el centinela en el Golfo de Fonseca, el tantas veces codiciado por piratas audaces y más de alguna nación poderosa y es también el cruce de dos fronteras marítimas y que en un día no lejano podrá convertirse en una base para la defensa del Continente Americano.

Por ello no llegamos a comprender los hondureños de tierra firme las razones que motivan el olvido y descuido para el puerto de Amapala.

Constantemente vemos en la prensa de que a este o aquel pueblo se le instala el agua potable, su luz eléctrica, alcantarillados, que construyan escuelas modernas, Cabildos y Dispensarios Médicos.

Pero el Puerto de Amapala permanece olvidado? Será por estar tan lejos y en mitad del mar? ¿o será que los que ahí viven no son hondureños?

Si nuestros gobiernos dejaran en una caja especial siquiera el uno por ciento de lo que produce mensualmente aquella Aduana para mejoras del puerto, Amapala resucitaría y se presentara al turista y al extraño rejuvenecida, limpia y atractiva.

Pro en el Puerto de Amapala no hay agua potable, no hay alcantarillado, hay una luz eléctrica muy deficiente; no hay Hoteles ni Pensiones, hay un remedo de mercado que deja mucho que desear, y en relación con edificio públicos los hay muy anticuados y solamente La Aduana, La Comandancia de Armas y El Casino valen la pena mencionar.

Amapala tuvo agua potable, pero en un descuido se quemó un motor y desde ahí quedó todo en abandono.

Existen los tanques de distribución dl agua y dicen los entendidos que con una reparación podrán prestar servicio, existe en la calle enterrada la tubería que revisándola y seleccionándola también podría prestar servicio y sería un factor económico al instalar nuevamente el agua. Si hubiera un gobierno que realmente se acordara del puerto de Amapala, debe principiar por darles agua a esos pobres vecinos, después vendrá el alcantarillado, el aseo y el embellecimiento de los parques y casas particulares, pues sin agua no podrá haber salubridad ni Sanidad Constructiva.

Ojalá los vecinos hagan algún esfuerzo ante la Superioridad, pues no es justo tanto abandono y olvido para un puerto digno de mejor suerte y con gran porvenir en un futuro no lejano.

Tegucigalpa, D.C., 26 de Noviembre de 1957.

REVISTA DE POLICIA
REPUBLICA de HONDURAS