ADN de homicida podría estar en uñas de Carlos Collier

Tanto los resultados, como el dictamen final de la autopsia practicada al cadáver ya se encuentran en manos de los fiscales del caso, según lo confirmó una fuente del Ministerio Público (MP), donde se maneja con gran hermetismo los puntos claves que llevarían a desentrañar este caso y establecer con propiedad quién de los cinco muchachos es el responsable directo del homicidio del universitario Carlos Emilio Collier Núñez.

Como se recordará el pasado 11 de octubre del 2017, el joven murió de dos disparos en la cabeza, dentro de un vehículo, donde se conducía junto a sus amigos: Carlos Alfredo Alvarenga Romero, alias “Susano”, James Alexander O´Connor Márquez, Elías Taufic Chaín Alvarado, Olga Marina López Ferrufino y José Carlos Zamora, el mejor amigo de la víctima.

Del quinteto, Zamora –después de andar prófugo 16 días– se entregó a la justicia el viernes anterior y es el único que guarda prisión por el delito de complicidad; los demás muchachos están libres porque gozan de medidas que les permite la imputación por el delito de encubrimiento.

Los estudios científicos forenses determinaron que la manera de muerte de Collier Núñez fue mediante el homicidio, aunque sus amigos afirman que fue él mismo que se disparó con una arma de fuego que no aparece en la escena del crimen, tan contaminada por los acompañantes de la víctima, como por los familiares que intervinieron la noche y madruga del crimen.

Se estableció en un inicio y así lo confesaron a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) los primeros cuatro amigos detenidos que el arma pertenecía a Collier Núñez, misma que tras la tragedia fue enterrada en un predio de la colonia Loarque, de Comayagüela, aunque ahora no aparezca.

Esa noche, mientras iban en el automotor, propiedad de Jeff Misselen, conducido por O´Connor, Collier Núñez tuvo un forcejeo, al calor de los tragos y la marihuana, con “Susano”, quien ha sido señalado inicialmente por los acusadores privados de ser el autor directo del homicidio.

LA CLAVE DEL CASO

En los distintos contactos de LA TRIBUNA con fuentes ligadas al caso, coinciden en que la clave para establecer con propiedad quién disparó, pues los estudios forenses indican que es un homicidio, descartando así el suicidio. Esta “maraña” será desentrañada cuando estén listos los resultados de otras pruebas adicionales y se confronten con la reconstrucción de los hechos, que ordene la juez número 19, señalada por la familia Collier de favorecer a los amigos de la víctima, ya que rechazaron su decisión de permitirle las medidas y cambiar la imputación del delito.

“La clave es la reconstrucción” en la que participan los fiscales del caso, el acusador privado, los defensores, la juez, los peritos balísticos de Medicina Forense, los peritos de escena del crimen de la DPI y los peritos de planimetría, que ha estudiado de manera minuciosa el caso.

La reconstrucción del caso se debe dar cuando estén listos todos los resultados que ahora están en desarrollo y los estudios de los criminalistas, en una investigación que es dirigida técnicamente por el MP y asistida por la DPI.

El homicidio de Collier Núñez ha sido uno de los más mediáticos porque las familias involucradas son de clase media, que han contratado bufetes importantes que manejan la materia penal, con abogados competentes. Los investigadores y fiscales saben a lo que se enfrentan.

POSICIONES DENTRO DEL AUTO

Una gran incógnita que aún no es despejada (los investigadores manejan tres escenarios) es sobre la posición que ocupaban los muchachos, cuando se producen los disparos contra el universitario; la primera es que O´Connor va de conductor; Elías Chaín de copiloto, y atrás (en su orden): “Susano”, Collier, Olga y Zamora.

La segunda ubicación que estudian los investigadores es que O´Connor va de conductor; Olga, copiloto; atrás (en su orden): Collier, “Susano”, Zamora y Elías Chaín.

En las primeras declaraciones de los jóvenes la madrugada del 12 de octubre hay versiones que se contradicen entre ellos y arrojan otras posiciones que ocuparon a las 11:20 de la noche, cuando los disparos cegaron la vida de Collier Núñez. Nada se ha descartado para los investigadores y fiscales.

El dictamen preliminar fue presentado en audiencia inicial ya Medicina Forense entregó a los fiscales los resultados de los exámenes solicitados.

MUESTRAS EN LABORATORIOS

Entre las muestras que fueron enviadas a los laboratorios criminalísticos y de Ciencias Forenses del Ministerio Público están las pruebas de sangre para eventual análisis de ADN y detección de alcohol y la orina para establecer los niveles alcohol y drogas.

Se asume que esa noche los muchachos no solo tomaron bebidas alcohólicas, sino que se drogaron con marihuana, ya que entre la ropa de Collier encontraron unos carrucos.

Asimismo, las muestras de cabello para patrón tricológico (los que se encuentran alrededor de los orificios de salidas de los disparos), restos ungueales para análisis de ADN (tomado de las uñas del ahora occiso), la cual sirve para determinar los tejidos y compararlos con el ADN de los acompañantes del joven.

Y la prueba de absorción atómica (extracción para detectar restos de pólvora) y las fotografías para identificación y evidenciar lesiones. Los resultados de la primera prueba, según manejan algunos defensores, podría determinar quién disparó o si el muchacho se infirió los balazos, como afirman sus amigos.

En la autopsia preliminar, Medicina Forense mantiene que la manera de muerte de Collier Núñez es homicida, desde el punto de vista médico legal y la causa de muerte es herida por proyectil de arma de fuego, con traumatismo craneoencefálico abierto y laceración cerebral.

MEDIDAS DE LOS DISPAROS

La autopsia a la que tuvo acceso LA TRIBUNA se practicó a las 7:00 de la mañana del día 12 de octubre; las lesiones encontradas al cadáver del joven universitario fueron las siguientes: dos (2), heridas por proyectil de arma de fuego: la primera fue en la región retroauricular izquierda de 0.9 x 8 centímetros, con anillo de contusión de 0.5 centímetros, excéntrico hacia abajo, rodeado en un área de tatuaje de pólvora de 6×5 centímetros a 13 centímetros de la línea media posterior del cuerpo y a 156 centímetros de la altura de los talones.

El trayecto del disparo, según lo detalla el dictamen preliminar, fue de abajo hacia arriba, de izquierda a derecha, de adelante hacia atrás, que produjo laceración del pabellón auricular, piel, músculos de la cara, fractura de los huesos del cráneo hematoma bipalpebral del lado izquierdo de 2.5 centímetros y de lado derecho 2×6 centímetros, laceración, hemorragia cerebral, cerebelosa y de las capas que lo envuelven.

El orificio de salida de ese disparo fue en la región posterior derecha de la cabeza de 1.4×0.6 centímetros a 9 centímetros de la línea media del cuerpo, y a 161 centímetros de la altura de los talones.

El otro disparo está ubicado en la mejilla izquierda de 0.9 centímetros de diámetro, anillo de contusión de 0.3 cm, hacia abajo, rodeado de un área de tatuaje de pólvora de 15×14 centímetros a 9 centímetros de la línea media del cuerpo y a 161 centímetros de la altura de los talones.

El trayecto de este disparo fue de abajo hacia arriba, de izquierda a derecha, y de adelante hacia atrás, que produjo laceración de piel, huesos propios de la cara, fractura de huesos del cráneo hematoma bipalpebral del lado izquierdo de 2.5 centímetros por 5 centímetros y del lado derecho, 2×6 centímetros, respectivamente.

La salida del disparo fue en el lado derecho de la cara de 0.7 cm x1 centímetros de la línea media anterior del cuerpo a 167 centímetros de la altura de los talones.

RECORRIDO SANGRIENTO…
Amigos manejaron casi 3 kilómetros hasta abandonar el cadáver de Collier
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Una parranda que comenzó desde temprano acompañado con ron, marihuana y refrescos, terminó en tragedia la noche del miércoles 11 de octubre en la colonia Loarque, con el homicidio de Carlos Emilio Collier Núñez (20), quien según las investigaciones murió a causa de dos disparos directos a su cabeza y rostro.

Según la Policía que estuvo presente durante la inspección y levantamiento de las tres escenas, el hecho se dio entre las 10:30 a 11:45 de la noche, en la calle principal que conduce al bloque M12, donde reside Elías Taufic Chaín Alvarado, donde los jóvenes se dirigían para continuar la parranda.

A casi media cuadra del bloque, se escucharon al menos cuatro disparos, de los cuales, dos fueron contra Collier y los otros dos al techo del automotor.

Hasta el momento se maneja que la muerte del joven se dio en forcejeo con Carlos Alfredo Alvarenga Romero, quien supuestamente viajaba al lado de la ventana atrás del conductor.

Tras el hecho sangriento al interior del carro, uno de los testigos vio a Carlos Alfredo Alvarenga Romero “Susano”, bajarse con el arma en su mano, llorando y dirigiéndose hacia el fondo donde se encuentra Alcohólicos Anónimos, que está a menos de dos cuadras de la casa de Chaín.

Ese testigo escuchó a uno de los muchachos diciéndole a “Susano” que desapareciera la pistola.

Después, el carro arrancó por el bloque donde está la casa de Chaín Alvarado, que conduce a la calle principal hacia la Iglesia Católica de Loarque.

Al interior del carro supuestamente viajaban: Elías Taufic Chaín Alvarado, James Alexander O´connor Márquez, José Carlos Zamora Mejía, Olga Marina López Ferrufino junto al cadáver de Carlos Emilio Collier Núñez.

Al llegar a la oscura calle que conduce a una escuela bilingüe de la zona y que por las noches es poco transitable, los jóvenes deciden abandonar el cuerpo sin vida de la víctima, a la orilla de la calle justo frente a un pequeño poste.

Tras abandonar el cuerpo, Oconnor retrocede el vehículo y se van de regreso a la colonia Loarque a dejar a Elías Taufic Chaín Alvarado, José Carlos Zamora Mejía y Olga Marina López Ferrufino a la casa de Chaín.

“CARLOS SE PEGÓ UN PIJAZO A LA PAR DE MÍ”

Mientras tanto un grupo se deshacía del cuerpo, “Susano, de la pistola y luego de enterrarla en el predio de Alcohólicos Anónimos, se comunicó con una de las amigas de la víctima y le manifestó que “Carlos Collier se pegó un tiro en el morro ahorita y se murió, se lo pegó y se murió Zara”. “No me estás entendiendo se pegó ese pijazo a la par de mí, se lo pegó y le salió de lado a lado y se murió”.

Continuó diciendo que “Él solito se lo pegó, se lo pegó se lo pegó, yo iba a la par de él vale más que no me agarró ninguno a mí, él solito se murió”.

De acuerdo al requerimiento fiscal, Elías Chaín decidió ir a buscar al papá de Collier para decirle que su hijo se había matado y que lo habían abandonado por una escuela bilingüe.

En la audiencia inicial el padre de la víctima negó esta versión debido a que manifiesta que él lo fue a buscar para preguntarle por su hijo ya que él supo por otro de los amigos de su hijo.

De inmediato el desesperado padre salió en una camioneta Rav 4 de color negro, al mismo tiempo salió el hermano de este a bordo de otro vehículo junto con otro amigo de su hijo de nombre Gustavo Alvarado a buscar el lugar donde habían abandonado a Collier hijo.

Al momento en que llegaron al lugar, su padre observó el cadáver de su hijo tirado en el suelo, lo tocó y le revisó el pulso y supo que había fallecido, de la misma desesperación decidió llevar el cuerpo sin vida de su hijo en la parte trasera del carro al llegar a la casa lo aparcó y fue allí donde se practicó el levantamiento del cadáver.

Luego dejó el carro aparcado en el garaje de su hogar y se dirigió nuevamente a la casa de Chaín para preguntarles donde estaba la pistola la cual hasta el momento no aparece.