Casi lista marca internacional para café con símbolo patrio

El sector cafetalero de Honduras trabaja en el diseño de una marca que representará al grano en el contexto de ferias, comercios y mercados internacionales, con la visión de posicionarse entre los principales productores del mundo, como Brasil, Vietnam, Colombia e Indonesia.

Trascienden varias opciones que incluyen el nombre de un símbolo nacional adelantó el presidente del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), Asterio Reyes. “Un equipo técnico está diseñando logos y eslogan que darían vida al sello de país” confirmó.

El proceso de posicionamiento llevaría años, como lo lograron otros países, entre estos, Colombia que posee un café que goza de buena reputación en los mercados del mundo. “Nos hace falta una marca. Llevaría un nombre relacionado a uno de los símbolos patrios”, reiteró.

Por su parte, el representante del sector exportador, Basilio Fuschich, comentó que se realiza un trabajo fuerte para posicionar el café hondureño en los mercados asiáticos.

“Las casas exportadoras, individualmente, están abriendo mercados, ahora, estamos luchando para crear una marca país, se necesita la unión, porque es el país. Grandes tostadores del mundo mostraron su interés y creo que a muy corto plazo, veremos este sueño hecho realidad”, confió Fuschich.

En la cosecha anterior, Honduras avanzó de sexta a la quinta posición con una producción mayor a diez millones de sacos, desplazando a India y Etiopía que se turnaban anualmente ese puesto.

Pese a ser el tercer productor a nivel latinoamericano, y con una producción abundante de grano diferenciado, Honduras no cuenta con una marca, a diferencia de países como Panamá, Guatemala, Costa Rica y El Salvador donde han invertido millones de dólares en el desarrollo de mercados y colocación de cosechas a precios, muy por encima de los promedios mundiales.

En junio pasado, un lote de café especial producido en una finca de Danlí, El Paraíso fue adquirida por un comprador internacional a 124.50 dólares por cada libra, (alrededor de medio kilo – 0.45 kilo), un precio nunca antes vendido en la historia de la caficultura hondureña. (JB)