Realidad virtual, inteligencia artificial y robots: el futuro del sexo

Desde muñecas que utilizan la IA, como un paso más allá de Siri, hasta cascos de RV que emiten aromas durante la sesión, la tecnología se integra cada vez más al sexo

La pornografía —una de las industrias más polémicas del mundo «por su potencial de abuso, explotación y enfermedades», sintetizó The New York Times— impulsó desarrollos tecnológicos como la prensa, internet, el pago en línea. «Ahora, llegó el momento de la realidad virtual» (RV).

Desde que el porno RV comenzó a existir, a mediados de 2016, no ha dejado de crecer. Aunque su presencia es todavía underground, las vistas de porno RV aumentaron un 275%; hay días como la navidad, según el sitio Pornhub, en que el público casi se duplica.

Para PiperJaffray, el nuevo gran tema de la tecnología será, hasta al menos 2030, la RV: en un informe comparó el presente de esta tecnología con la situación de los teléfonos celulares hace 15 años. Sin contar el hardware, que se estima en unos USD 62.000 millones, el mercado de la RV en «deporte, conciertos, educación, contenido adulto, películas y juegos» llegará a USD 5.400 millones en 2025.

Ese año la pornografía será el tercer sector de la RV, agregó la compañía de inversiones. Sólo la superarán los videojuegos y el deporte RV.

También en 2025, según el Daily Mirror, los sexbots (robots para relaciones sexuales) comenzarán a aparecer en los hogares más pudientes. Hacia 2030, agregó el medio británico, la mayoría de las personas experimentará el sexo virtual del mismo modo en que hoy miran pornografía, y cinco años más tarde tendrán juguetes sexuales que interactúen con el sexo RV.

En la Exposición AVN Adult Entertainment Expo, la feria comercial que cada enero realiza la revista Adult Video News en Las Vegas, se mostraron este año los últimos avances en pornografía VR, como el sitio CamSoda, que presentó OhRama, una pequeña lata que se pega a los cascos de RV y libera aromas durante la sesión. También se exhibió CamasutraVR, que utiliza 142 cámaras para mirar a una sola persona, o una parte de su cuerpo.

Según The New York Times, uno de los inventos de los que más se habló en la exposición fueron los sexbots. «El primero, Harmony, lo presentó en mayo una empresa llamada Realbotix», escribió Alyson Krueger.

Matt McMullen, el CEO y director creativo de esa firma, describió a la muñeca, que integra la línea RealDoll, como «algo de video juego combinado con ciencia ficción». El precio comienza en USD 5.000; están hechas de silicona sobre una estructura metálica. Una app, también llamada Harmony, facilita el uso; la plataforma de RV que se desarrolla en este momento se podrá unir a esa aplicación y también utilizar sola, a menor precio.

Para unir el campo real con el software, la RV utiliza muchas cámaras y filma la misma escena desde cientos de ángulos. «Cuando las tomas se unen, se obtiene una visión de 180 o 240 grados del lugar, y el sentimiento de que se está ahí, participando», explicó el diario estadounidense.

Ela Darling, actriz porno, grabó su primera escena para RV en 2014, y cuando la vio «comprendió que la  RV marcaría un cambio radical en su trabajo y en la industria del entretenimiento adulto». Ella creó una compañía, VRTube.xxx, que actualmente emplea a más de 40 personas.

Realbotix ha fabricado muñecas sexuales durante 20 años, y sumó inteligencia artificial (IA), para dar a sus muñecas sentido del humor, por ejemplo, pero no RV. «Sobre la base de nuestra experiencia con miles de clientes —dijo McMullen—, la gente los usa para el sexo, pero existe algo más». Aludió a la compañía: ahí, dijo, la RV es un campo enorme.

También los terapeutas y los educadores se interesan en la nueva tecnología. Holly Richmond, psicóloga de Los Ángeles, trabajó con la empresa BaDoinkVR para crear Virtual Sexology, una serie de videos gratuitos para el tratamiento de problemas sexuales comunes.

Bryony Cole, realizadora del podcast Future of Sex, puso como ejemplo a The New York Times: «¿Y si hacemos que los jóvenes miren videos en los que practican qué es dar consentimiento, o cómo se identifican las situaciones de peligro?». Las posibilidades de la RV le parecen mucho más atractivas que una exposición de diapositivas.

 

Surgen también nuevas cuestiones legales. «McCullen dijo que una de ellas es que sus clientes le encargan muñecas que lucen exactamente como personas que conocieron en la vida real», escribió Krueger. «Su empresa pide aprobación escrita de los modelos para utilizar su parecido».

Cole dijo que las empresas de RV tendrán que enfrentar ese mismo problema al avanzar en el perfeccionamiento de sus avatares. «Si uno usa el parecido de alguien, ¿se necesita su permiso? ¿Y qué pasa con el porno de venganza? Sería mucho peor en RV». También, agregó la autora de la nota, las parejas tendrán que decidir si el sexo en RV constituye infidelidad o no: es mucho más realista que la pornografía, pero es un programa.

Según el Daily Mirror, el sexo entre humanos y robots será más popular que el sexo entre humanos hacia 2050. «Tratamos de crear una nueva experiencia —concluyó McMullen: tratamos de crear el deseo sexual más allá de lo físico».