WASHINGTON (AFP). Al convertirse en la primera persona abiertamente transgénero en integrar el parlamento de un Estado estadounidense, Danica Roem cambió los códigos de la política y mostró la nueva aceptación de los trans en Estados Unidos.
«Ahora tengo la oportunidad de mostrarle a los habitantes de mi decimotercer distrito, así como al resto del mundo, que las personas transgénero pueden ser muy buenas legisladoras», dijo el miércoles a la AFP la mujer de 33 años al final de una noche casi en vela.
Danica, a la que atribuyeron el sexo masculino cuando nació y que inició en 2012 su «transición» a su verdadera identidad sexual, se vio sorprendida al ganar el martes un escaño en la Asamblea General de Virginia, un Estado que también optó por un gobernador demócrata.
Pese a ser muy local, la campaña electoral de esta experiodista de largo cabello castaño despertó un gran interés en los medios estadounidenses e internacionales.
El éxito de Danica Roem destaca aún más notorio porque destronó a un republicano conservador con conocida postura contra la homosexualidad, Bob Marshall, que abogó por una ley que quería imponer a los transexuales el uso de baños correspondientes a su sexo de nacimiento.
Marshall se negó obstinadamente a referirse a su adversaria con el pronombre «ella».
«La discriminación descalifica, mientras que el mensaje de tolerancia es un mensaje ganador», comentó la legisladora electa, orgullosa de su origen popular y del conocimiento de su distrito situado en el suroeste de la capital federal, Washington.
La candidata logró la mayoría de los votos prometiendo resolver los problemas de congestión de la Ruta 28, la principal carretera que atraviesa su circunscripción de Manassas.
La elección de Danica Roem sucede pocos meses después de que el presidente Donald Trump prohibiera a los transexuales servir en las fuerzas armadas, una iniciativa por ahora bloqueada por la justicia.