La factura petrolera o compra de combustibles por parte del Estado hondureño creció 167.3 millones de dólares en el tercer trimestre, incluyendo lubricantes y energía eléctrica, según el Banco Central de Honduras (BCH).
Ese tipo de adquisiciones, pasó de 872.1 millones de dólares a septiembre de 2016 a 1,039.4 millones en igual período de 2017; principalmente por el
incremento en los precios de los carburantes, que en promedio fue de 23.7 por ciento pese a la disminución de 3.7 por ciento en el volumen.
Por tipo de derivado, el diésel representó 37.6 por ciento del total de la factura petrolera, totalizando 362.2 millones de dólares, monto superior en 52.4 millones respecto a septiembre del año pasado.
Le sigue la gasolina con un total de 312 millones de dólares (32.4% del total), 19.2 por ciento más en relación a lo reflejado al tercer trimestre de 2016. Luego aparece el bunker o Fuel Oíl (20.5% del total), con un valor importado de 197.1 millones de dólares, mayor en 17.5 por ciento a lo del mismo lapso del año precedente.
Por su parte, la adquisición de kerosene ascendió a 32.2 millones de dólares, registrando un incremento interanual de 7.1 millones; producto del aumento de 22.7 por ciento en su precio y de 4.4 por ciento en el volumen importado. Las compras de Gas Licuado de Petróleo (LPG) sumaron 59.6 millones de dólares, 15.6 millones sobre lo obtenido de enero-septiembre del año anterior. Honduras compró 61 millones de dólares en lubricantes, dos millones arriba de lo reportado en igual intervalo del año previo; en tanto, las compras de energía eléctrica contabilizaron 15.2 millones de dólares, 10.5 millones por encima de lo registrado en el mismo período del año anterior.
Para cierre de 2017, las autoridades prevén una importación de combustibles superior a los 1,500 millones de dólares por impacto de la tendencia alcista en el barril de crudo.