Siempre hay un pelo en la sopa

Esto va dirigido a los chabacanos, que dieron nombre a un grupo de rescatistas enviados a México. Al grupo hay que felicitarlo, pero no la gran “ideota”, de hacer que el contingente tomara una letra que no corresponde al calificativo que hemos adquirido a nivel centroamericano por un hecho histórico de mediados del siglo XX, en Nicaragua, es decir, cambiar la “C” por “K” (catracho por katracho). Esta dificultad surgió en pronunciar, igual escribir el apellido catalán Xatruch de inmigrantes radicados en nuestro territorio desde el siglo XVIII, en la actividad minera. Para los ignorantes del hecho, consulten Revista de Archivo y Biblioteca Nacionales, tomo XXIX, Nos. 11 y 12, año 1951 y datos tomados de “Diario LA TRIBUNA”, Juevapa, El Salvador. En el Archivo Nacional hay documentos, donde se aprecia el problema de escritura, vean documento No. 4458, caja 131, fechado julio 1818. Si el polvo de los archivos les perjudica, consulten a Mario Felipe Martínez C. en “Apuntamientos para una historia colonial de Tegucigalpa y su Alcaldía Mayor”. 1982, página 129. Al menos por un tributo póstumo tardío, para muchos soldados centroamericanos al regresar a sus respectivos países fueron recibidos con júbilo después de las campañas contra William Walker y sus filibusteros. Días después la alegría cambió a llanto, muchos murieron, trajeron el virus del cólera, a raíz de los hechos bélicos. Para concluir, en documentos del siglo XVI hasta mediados del XIX, fue costumbre que la letra “X” se tornara “J”, jamás en letra “K”. Ejemplo Truxillo por Trujillo. Para cerrar este tema recomiendo vean rotativos de 24/9/2003 y verán con orgullo mencionar “Nayaf (Irak), hondureños y salvadoreños resguardan Ciudad Santa. Los batallones Cuscatlán, de El Salvador y Xatruch de Honduras tomaron control de Nayaf, ambos pertenecen a la brigada iberoamericana Plus Ultra”.

Juan Manuel Aguilar Flores
Colonia Kennedy
Tegucigalpa, M.D.C.