Desde este viernes los hondureños empezaron a abastecerse de todo tipo de productos para prepararse ante la crisis política desatada luego de las elecciones generales del domingo, consideradas como fraudulentas por la “Alianza”.
Los combustibles son de los productos más demandados, lo que empezó a provocar un desabastecimiento en ciudades importantes como Tegucigalpa y Comayagüela, donde las protestas continúan.
Para enfrentar la situación, los dueños de las estaciones desde tempranas horas de hoy empezaron a racionar la venta, permitiendo solo 200 lempiras (otras hasta 300) como máximo por cada vehículo.
Personal de algunas estaciones explicaron a este rotativo, que la gasolina superior fue la primera en escasear, no así, la regular que todavía quedaba suficiente producto en los tanques de almacenamiento.
En este entorno, la Asociación Hondureña de Distribuidores de Productos del Petróleo (Ahdippe), se pronunció con “profunda preocupación por los recientes acontecimientos políticos que están generando el caos y grandes pérdidas económicas”.
La Ahdippe se dirigió a la población mediante un comunicado y “particularmente a nuestros agremiados que son los que mueven la economía del país. Debido a las tomas y protestas, se está causando un desabastecimiento en ciertas zonas del país”.
El desabastecimiento agregó que “puede extenderse a muy corto plazo a nivel nacional, obligando al cierre de muchas gasolineras que a su vez están siendo dañadas poniendo en riesgo la seguridad del personal y sus instalaciones”.
La Ahdippe que han intentado “obtener una respuesta de parte de las autoridades responsables de liderar un plan de contingencia, para no afectar a la población y mantener la seguridad de las instalaciones de nuestras gasolineras”.
Pero hasta horas de la noche no habían recibido una respuesta con opciones “concretas para amortiguar o resolver este serio y delicado problema. “La Ahdippe exige que esta situación sea atendida con carácter de urgencia para evitar una paralización en el país, estando en la mejor disposición de colaborar”.
Los distribuidores de combustibles abogan “por una solución pacífica y expedita al problema político”, no obstante, la ciudad vivió una segunda jornada de caos donde los negocios cerraron la atención al público desde la mañana y la población buscó resguardo en horas tempranas del día.
En la zona norte se reportó la destrucción de estaciones de gasolineras a manos de turbas, mientras que algunas estaciones en tiendas de conveniencia prefirieron cerrar para evitar saqueos.
