Europeos priorizan fabricación de autos eléctricos

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

La competencia de China en la fabricación de autos eléctricos con prioridad, seguida de las grandes industrias automovilísticas de Estados Unidos, encendió las armas de los países de la Unión Europea, que perdió la batalla frente a Estados Unidos, Corea del Sur y China con los Smartphone, así que desde Bruselas la capital comunitaria se prepara para afrontar el fin de los coches diesel y de gasolina, que en un informe comunitario advierte a la industria de que necesita una gran transformación. La Comisión Europea ha tomado nota de funestos precedentes en ámbitos como el de las  telecomunicaciones, un ejemplo es la finlandesa Nokia en el mercado Smartphone, antaño bandera europea de la innovación, hoy es una sombra de lo que fue en un sector sin referentes made in Europe, dominado por empresas estadounidenses (Apple), chinas (Huawei) y surcoreanas (Samsung) según se revela en Diario El País de España.

“Si el sector del automóvil quiere ser competitivo a largo plazo tiene que adaptarse a los cambios, en la década de los 2000 no creíamos en el teléfono inteligente y perdimos”,   admite la comisaria Elzbieta Bienkowska.  El cambio hacia el coche eléctrico supondrá un enorme vuelco que afecta a toda una cadena de valor que incluye a proveedores de material, fabricantes de piezas o concesionarios, en ella hay también muchas pymes con menor margen de maniobra, la lucha de las marcas europeas por hacerse un hueco entre las preferencias de la creciente clase media de China e India y la carrera por contar con una mejor tecnología de vehículos eléctricos y autónomos serán los campos de batalla donde las empresas se jugarán su supervivencia, así lo indica el informe publicado en Bruselas por el grupo de alto nivel creado por la Comisión Europea para anticiparse a lo que está por venir.

El texto señala que el aumento del poder adquisitivo facilitará la incorporación de millones de nuevos conductores en los dos gigantes asiáticos, todavía con un amplio margen de expansión frente a la madurez del mercado europeo, pero considera que los tiempos en que las compañías  europeas ganaban cuotas de mercado con facilidad ya no volverán. “Los principales mercados con excepción de China e India se estancarán en el futuro, por lo que las posibilidades de crecimiento se están reduciendo”, previene el documento, elaborado a partir de amplio diálogo en el que han participado gobiernos, sindicatos, consumidores y fabricantes.

A la creciente competencia de las compañías chinas se suman eventuales ayudas  estatales por medio de subvenciones o ventajas fiscales, que pueden beneficiar a las marcas locales frente a las europeas convirtiéndose en el germen de próximas guerras comerciales. “Si fuera necesario, recomendamos hacer uso de instrumentos de política comercial contra prácticas desleales y tomar medidas proteccionistas para garantizar un mismo terreno de juego señala el informe. La inversión en vehículos limpios ha pasado de considerarse una concesión medioambiental, el Acuerdo de París contra el cambio climático exige una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en los países miembros de entre un 80% y un 95% para 2050, a convertirse en una cuestión de competitividad, “si China introduce una cuota de 10% de vehículos eléctricos, como acaba de hacer, los fabricantes europeos no pueden invertir únicamente en mejorar los motores de combustión”.

Bruselas no es partidaria de introducir cuotas ni de prohibir tecnologías como el diesel, para no castigar a los clientes que han comprado este tipo de vehículos, pero el goteo de restricciones parece imparable dentro y fuera de la UE: Noruega y Holanda tienen como objetivo su prohibición completa en 2025 e India en 2030, Francia y Reino Unido ya se han comprometido a acabar con la venta de automóviles que no sean híbridos o eléctricos en 2040. La sombra de sospecha que sobrevuela el sector por el escándalo de emisiones del dieselgate puede suponer el impulso que faltaba para que la industria se decida a acelerar la inversión en tecnologías limpias.

Mientras China arrebata a Estados Unidos el liderazgo mundial del coche eléctrico, Europa sigue rezagada. “Ahora mismo estamos como el huevo y la gallina: los coches cero emisiones no circulan porque nadie construye puntos de recarga, y si no hay puntos de recarga nadie compra coches cero emisiones. Tenemos que incentivar su comercialización con subvenciones para desarrollar infraestructuras”, apunta la comisaria Bienkowska, poniendo en juego una parte importante de la economía comunitaria, con 12 millones de europeos trabajando en la industria del automóvil.