Apresurados por toque de queda los capitalinos

La actividad comercial en los diferentes establecimientos de Tegucigalpa y Comayagüela, además de la circulación de personas en las principales calles y bulevares del Distrito Central se ha visto trastocada en los últimos días.

Desde las 6:00 en punto, la población capitalina sale de sus casas con destino a sus trabajos, donde permanece hasta eso de las 4:00 de la tarde, para poder regresar a casa a las 6:00 de la tarde y no ser capturado por las autoridades, por infringir el decreto de toque de queda.

Esta medida, que impide la libre circulación, fue tomada desde el pasado viernes, para controlar las protestas violentas que se dieron a causa de la transmisión de resultados del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

INCIERTO DICIEMBRE

A tempranas horas, las familias capitalinas realizan sus compras. De igual manera, los comerciantes aprovechan para vender sus productos y así lograr obtener algunos ingresos que les ayuden a mantener estable la economía del hogar.

En los últimos días, los supermercados capitalinos han permanecido abarrotados de personas que se surten de comida, temiendo escasez de alimentos.

En los principales parques, mercados e iglesias, hasta cerca de las 3:00 de la tarde se observa a la gente que viene y va, a la expectativa de los resultados de las elecciones generales del pasado 26 de noviembre, que aún no se proporcionan de forma definitiva.

Hasta cerca de las 3:30 de la tarde, en los centros comerciales las personas consumen comida y adquieren prendas de vestir; según algunos, adelantan los “estrenos navideños” en uno de los diciembre más tensos e inciertos de los últimos años en Honduras.

Cuando el reloj marca las 5:00 de la tarde, la gente corre a los buses de transporte público para llegar temprano a sus viviendas y no irrespetar el toque de queda.

En horas de la tarde, las personas recorren rápido las calles del Distrito Central para llegar a sus hogares.

Cuando oscurece y los militares patrullan las calles de Tegucigalpa y Comayagüela, la ciudad queda desolada y en silencio. Sin embargo, desde hace dos días simpatizantes de la Alianza de la Oposición golpean “cacerolas”, en sus casas, para mantener sus protestas.

A través de las redes sociales, a diario se difunde un sinnúmero de videos que muestran a los hondureños pedir una solución pacífica al actual conflicto político que ha dividido la sociedad.

Antes de cerrar los bancos, la gente se apura para sacar dinero de sus cuentas, pagar servicios públicos o tarjetas de crédito.