Profesionalismo y objetividad

Causar daños o robos a los bienes públicos o privados durante una protesta, son una simple, además de fatal, cultura que se debe atacar de raíz, teniendo como propósito fundamental la prevención. En ocasiones pueden ser resultado de tácticas mañosas para provocar terror o mala imagen de particulares. Pero señalar en forma directa a un “responsable”, solo porque quienes cometen los daños simpatizan con su persona, es una falta de ética tan fatal como los mismos actos vandálicos.

Lo primero que deben parar es ese exagerado y descarado cinismo tan hipócrita con que pretenden disfrazar un fraude totalmente visible para todo el mundo. ¿Acaso solamente hay que estar sentado y agachado esperando el dictamen de autoridades tramposas muy parecidas a las venezolanas? ¿Será que usted, Juan Ramón Martínez, vive en otro país y no logra identificar de manera objetiva cuál ha sido el verdadero clamor popular en estas elecciones? O más bien díganos a todos los hondureños ¿cuál hubiese sido su reacción en estas columnas si el irrespeto a dicha voluntad coincidiera con el candidato que daban como potencial ganador desde antes del 26?

Muy indignante, que quienes deben dar ejemplo de profesionalismo con objetividad, demuestren un rechazo a la voluntad popular que debe respetarse como algo sagrado.

Súper Ktracho
La Tribuna Online