Doce parejas cumplen su sueño de casarse en la Bombonera

Laura Velázquez y Miguel Paredes salieron al campo de la Bombonera por el mismo túnel que utilizan los jugadores, saludaron a sus familiares desde el césped y minutos después se casaron en las gradas del estadio. Ellos, y otras once parejas, cumplieron este lunes su sueño de casarse en esa cancha.

1.391 novios se inscribieron en un concurso que llevó a cabo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y que tenía como premio poder contraer matrimonio en el estadio de Boca Juniors.

Velázquez es fanática del Xeneize y su ramo de flores tiene los colores azul y amarillo.

Lleva 25 años en pareja con Paredes, que es hincha de River Plate, pero no estaban casados.

“Él dice que no es ‘bostero’, pero en su corazoncito sí, porque cuando se enteró de la noticia fue mágico, aceptó todo, dijo a todo que sí, incluso creo que está más emocionado que yo”, dijo a Efe Velázquez.

“Los colores del ramo son porque en mi familia son todos ‘bosteros’. Mamá es abonada, todos somos socios y venimos a la cancha siempre”, añade orgullosa.

Paredes, por su parte, afirmó que aceptó casarse con Velázquez en la Bombonera a pesar de no ser hincha porque su único objetivo es que ella sea feliz.

“No soy hincha de Boca, pero estoy rodeado, así que acepté. Me lo propuso y no tuve ningún problema”, señaló a Efe.

Otros que dieron el sí este lunes en el estadio de Boca Juniors fueron Soledad Sorcio y Ezequiel Sotelo Aguilar, que también dialogaron con Efe.

“Es súper importante para nosotros estar acá, agradecemos mucho a Boca, al registro civil, a los organizadores y a quienes nos acompañaron en estos días”, agregó Sorcio.

Sotelo Aguilar reveló que de adolescente soñaba con casarse en la Bombonera pero que nunca creyó que eso sería posible.

“Cuando vi este sorteo me tiré de cabeza para anotarme. Nos pareció extraordinario. Al ser los dos hinchas fue un sí rotundo y bueno, acá estamos, cumpliendo un sueño”, sostuvo.

Las ceremonias se realizan en las gradas, a centímetros del campo, y tienen algunas alusiones al fútbol.

“Griten que se aman con la fuerza con la que gritaban los goles de Martín Palermo” o “festejemos esta unión como si festejáramos un gol” son algunas de las frases de los jueces de paz.

Arturo Ballana, uno de ellos, incluso lució una corbata con los colores del club.

“Más o menos el ritual se mantiene. Se genera una situación más simpática, más pintoresca, porque se habla con los invitados, con los testigos, sobre de que cuadro es uno, el otro, esas cosas”, explicó Ballana.

A diferencia de Velázquez y Paredes, que llevan 25 años en pareja, Daniel Colqui y Daniela Cruz son dos jóvenes que contaron que no pensaban en casarse hasta que surgió la posibilidad de hacerlo en la Bombonera.

“No estaba previsto casarnos, salió la oportunidad ahora y nos tiramos de cabeza. Ella no sabía nada, yo me mandé solo y una vez que me llamaron les dije que sí y después le conté a ella”, añadió Colqui.

“Algún día nos íbamos a casar. ¿Por qué no hacerlo en este templo? Apuramos las cosas, los trámites y estamos acá, felices”, agregó.

Cruz, por su parte, explicó que ambos son fanáticos de Boca y que cuando su novio le propuso casarse en la Bombonera dijo “que sí de una”.

“Para mí es un sueño casarme en la Bombonera, es hermoso. Es muchísimo más lindo que casarse en un registro civil. Es casi imposible casarse acá, tuvimos la suerte de que salió Daniel ganador”, anotó.

Estas doce uniones civiles se llevaron a cabo en el barrio de la Boca mientras que en la Plaza del Congreso hubo violentos enfrentamientos entre efectivos policías y manifestantes, que se movilizaron en contra de una reforma en las pensiones impulsada por el Gobierno.

Mientras gran parte de los porteños miraban con preocupación los ataques, el estadio la Bombonera se transformó en un pequeño oasis de alegría, donde cientos de personas se abrazaron, aplaudieron y lloraron de felicidad celebrando el casamiento de sus seres queridos. EFE