Los diferentes sectores de la sociedad hondureña coinciden en que para recuperar la paz y la tranquilidad en Honduras, debe haber un diálogo franco y sincero entre las partes en conflicto, que fue convocado por el Presidente Juan Orlando Hernández.
El vicario de la Diócesis de Tegucigalpa, padre Carlos Rubio, dijo ayer martes que “no es tiempo para destruir, sino que es tiempo para edificar”, a la vez hizo un llamado a la dirigencia política para que se sienten a dialogar para resolver la situación política que atraviesa el país.
El padre llamó a la reflexión, máxime que se está en una época de Navidad, en la que debe de prevalecer el amor entre hermanos hondureños.
Omar Rivera, coordinador general de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), manifestó que es una enorme satisfacción que haya un diálogo, y ojalá todos los actores estén a la disposición de actuar con humildad en este momento, que tengan voluntad para poder avanzar en el proceso de diálogo.
Asimismo, no incorporar en esta intención de aproximación ningún tipo de condicionalidad, más que aquella que está encaminada a construir pactos que permitan revertir los grandes problemas que atraviesa la nación, concluyó recomendando, Omar Rivera.
El diálogo debe ser abierto, que no sea un monólogo, donde tengan que ir a escuchar al mandatario, o escuchar a dos o tres de sus allegados a dar una larguísima explicación, luego darse la mano y decirles adiós, no, el diálogo nacional es para identificar los problemas, definir las soluciones, para comprometerse a tomar acciones, recomendó el empresario y analista, Olban Valladares.