Sin “chamba” los Santa Claus capitalinos por crisis económica

Este año, en la mayoría de tiendas capitalinas ya no se observan los tradicionales San Nicolás, que por lo general bailaban y anunciaban ofertas. La crisis económica ha obligado a los comerciantes a prescindir de los servicios de las personas que se disfrazaban de “Santa”, para atraer clientes.

“Se nos fue la Navidad y no vendimos nada, a pesar que son miles de personas que circulan por esta zona de los mercados de Comayagüela”, lamentó un comerciante afectado.

A pocos pasos de esa tienda, la dueña de un negocio comentó que, “a pocos días de la Nochebuena, la gente no compra los estrenos como ocurría antes, porque están acabados, y el mayor problema es que tenemos que pagar a los empleados y cumplir al día con el pago de los impuestos”.

“Mire hermano, aquí no se puede ni caminar por tantas personas y carros que circulan por aquí, pero lamentablemente la mayoría solo pregunta el precio de los artículos, luego se van”, se quejó la comerciante.

No cabe duda que los Santa Claus llaman la atención de chicos y grandes, pidiéndoles que se acerquen para ver los productos.

COBRAN POR HORA

Es tan deplorable la situación, que los dueños de negocios que años atrás contrataban personas para que se disfrazaran como el personaje de San Nicolás, ahora ya no pueden hacerlo, porque los que hacían esa labor cobran por hora.

LA TRIBUNA hizo ayer jueves un recorrido por la zona de los mercados, y en todo ese sector únicamente pudo encontrar a un San Nicolás con lentes, que animaba a los compradores, en una tienda entre la cuarta y quinta calles de Comayagüela.

Aviday Suazo es quien en esta oportunidad se trasformó en San Nicolás, para promover el negocio de su amigo Marvin.

Suazo explicó que él labora en una Organización No Gubernamental, “todo comenzó porque se atiende varios orfanatos en distintos lugares de Honduras, y para distraer a los niños y niñas decidimos disfrazarnos de Santa Claus, les entregamos juguetes o dulces; el primero en hacerlo fue mi cuñado, luego seguí yo”.

Agregó que a Marvin no le cobra por vestirse de San Nicolás, porque es un gran amigo para él. En el mismo negocio trabaja de forma permanente la joven Kimberly Lanza, quien se disfraza de “duende” y según dijo, “lo hago para llamar a los clientes, para que vean la buena mercadería que venden en la tienda, porque las ventas están malísimas”.

La venta de trajes de San Nicolás no ha estado muy buena, según comentan algunos comerciantes de Comayagüela.

UN TRABAJO DIFÍCIL

Por la mala situación económica, los comerciantes no contratan a personas para que se disfracen de San Nicolás, porque como es un trabajo difícil, estos cobran entre 100 y 150 lempiras la hora.

En años anteriores, esta era una oportunidad para que muchos jóvenes con un algún talento pudieran obtener un trabajo temporal.

El joven Alexis Hernández es uno de los que anteriormente se disfrazaba de Santa Claus y manifestó que, “los dueños de negocios ya no lo contratan a uno porque dicen que les sale caro”.

Comentó que el trabajo de “Santa” no es fácil, porque además del arte para bailar, atraer a la gente y reír con sus tradicionales carcajadas, también hay que tener mucha resistencia para aguantar los trajes, ya que son muy calientes, y porque en ocasiones son molestados por algunas personas.

Pese a todo, hay quienes ven en un traje de Santa Claus una inversión para conseguir un empleo temporal en algún negocio.