¡Lección! Aprenda a lidiar con los celos y el resto emociones

El amor es una expresión de nuestras emociones, sentimientos y afecto hacia alguien. Cuando se trata de una pareja estable, el amor puede ayudarnos a potenciar nuestra creatividad. Sin embargo, si el amor se convierte en abuso, es debilitante y degradante. El amor es una elección seguida por acciones. Nuestros valores, creencias y acciones personales determinarán la línea que separa el amor verdadero de expresiones abusivas y alienantes.

El amor no implica posesión. Los seres humanos no son objetos, ni posesiones. El considerar a otra persona una propiedad, predispone un comportamiento abusivo, intrusivo, aislacionista y perjudicial.

Hay quienes consideran que unos celos moderados pueden ser saludables. La sospecha puede ser un indicativo de amenaza. En este caso, actúan como un sistema de alerta que indica la necesidad de investigar y evaluar cierta situación particular en mayor medida. Una reacción equilibrada implica la comunicación asertiva: el hacer preguntas y compartir honestamente preocupaciones y temores con nuestra pareja.

Los celos se vuelven destructivos cuando las suposiciones superan cualquier realidad o verdad. Los celos generalmente provienen de cicatrices emocionales causadas por daños, negligencia o abandono.

A un nivel aún más profundo, el celópata podría sufrir de inseguridad personal, indignidad, miedos, infelicidad y creencias falsas, las cuales proyecta en el compañero.

La solución comienza cuando nos damos cuenta de nuestras reacciones, y en vez de generar respuestas emocionales, actuamos conscientemente. Se trata de confrontar los celos mediante el etiquetado y la percepción de los sentimientos y pensamientos y luego nutrir esos sentimientos de víctima con el autocuidado y la búsqueda de hechos reales.

El proceso para aprender a manejar los celos podría ser el siguiente:

Gane poder personal y controle sus emociones reconociéndolas. Absténgase de comportarse reactiva o abusivamente.

  • Cambie el enfoque y examine otras perspectivas. Al mirar la situación desde el punto de vista de la otra persona, nos damos tiempo para acceder a perspectivas distintas que generen una mayor comprensión del hecho.
  • Identifique las creencias básicas que están creando la reacción y determine verdades y falsedades. Recuerde que la inseguridad y la baja autoestima pueden crear imágenes falsas.
  • Llame a un amigo, hable con un terapeuta o póngase en contacto con una persona neutral e imparcial para que le ayude a tomar consciencia y ampliar su perspectiva. Esto le ayudará a validar la realidad, confrontar sus deficiencias y desarrollar autocontrol, así podrá elegir conscientemente el enfoque más lógico para una respuesta más eficaz y amable.
  • Modérese y contrólese. Si su pareja le rechaza o se niega a dar respuestas o explicaciones, actúe con altura y guarde distancias. El rechazo no es excusa para causar daño. Aproveche la oportunidad para centrarse en el cultivo de su amor propio y nútrase. Reflexione sobre los eventos que causaron la situación actual. Puede ser doloroso emocionalmente, pero equivale a crecimiento y madurez.
  • Recuerde que cada ser humano tiene el derecho a elegir y que ello debe asumirse con respeto. Nadie debe juzgar o degradar a otra persona porque ésta haya efectuado su libre albedrío.
  • Asuma su responsabilidad personal sin negar sus sentimientos o sus pensamientos. Usted es el único responsable de su felicidad, no su pareja. Usted no necesita a nadie para ser feliz.

El reconocer y estar conscientes

Las relaciones de pareja son jardines para el autodescubrimiento y la evolución personal. Es importante comprender que en dicho espacio nuestras relaciones suelen desencadenar recuerdos infantiles de abandono, daño o abuso, en nuestra pareja o en nosotros mismos. Una mirada introspectiva nos hará comprender que el otro es un espejo de nosotros mismos y que sus acciones, nos muestran aquello que debemos sanar y que de otro modo no podríamos ver.

Es necesario construir la autoestima, el amor propio, y la aceptación de ser totalmente independientes. Cuando esto suceda, ya no necesitaremos que alguien más nos muestre nuestro valor. Sabemos que nos importamos y nos tratamos respetuosamente y somos capaces de crear límites saludables, tolerando las debilidades y las fortalezas de los demás.

La madurez como adultos se refleja en un ser independiente, cariñoso y amable, que se ama y se acepta a plenitud

Todos cometemos errores. Ante las acciones de los demás, nuestra mejor reacción será mirar hacia dentro y controlar la única cosa que podemos; nosotros mismos.

Nuestra emocionalidad es independiente de cualquier otra persona. Cada instante elegimos cómo respondemos y reaccionamos. Elija con conciencia y tranquilidad. Recuerde, nadie nos hace hacer nada.

Acepte la responsabilidad de sus acciones, emociones y comportamientos. Siempre hay consecuencias cuando emociones como los celos, la ira y la envidia actúan hacia afuera o hacia adentro negativamente.

Concéntrese en lo positivo y tenga el coraje de pedir ayuda cuando los sentimientos alcancen resultados adversos bajo el influjo de drogas, alcohol, comer en exceso, adicción al trabajo, juegos de azar y relaciones abusivas.

Recuerde, el ser feliz es su elección, y no debe estar condicionado al comportamiento de otra persona.